006 | Comida

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Catalina

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Catalina

-Buenas noches, Lu.- Paulo le revolvió el cabello a nuestro hijo y yo le acomodé las sábanas y le besé la mejilla.

-¿Saben que ya estoy grande para esto?- se quejó, como se queja todas las noches que le damos "el beso de buenas noches".

-Cuando quieras que dejemos de hacerlo nos decís.- rodó los ojos pero no respondió, como siempre. Paulo se rió y le besó la frente para después agarrar mi mano y salir, no sin antes apagarle la luz.

-Por mi lo arroparia toda la vida.- le dije a mi marido cuando entramos a la habitación.

-Ya sé, te conozco, mamá gallina.

-¿Que te haces?- le hice montoncito.- Si desde que te dijo papá por primera vez que babeas por el pendejo, no lo podes tener cerca sin querer abrazarlo.- se rió y asintió, sabe que tengo razón.

Entramos al vestidor para ponernos el pijama y Paulo inició la conversación que quería dilatar toda la vida hasta hacerla desaparecer.

-Hablando de "papá"- negué con la cabeza impidiendo que siguiera.

-No se te ocurra llamarlo asi.

-¿Y cómo le digo entonces?

-Donador de esperma me parece que lo define.- se rió secamente, porque al fin y al cabo no da nada de gracia la situación.

-¿Que hace Francisco de nuevo? Ya me fije que estuvo viendo mi perfil mucho, y aparece primerito en las últimas historias de insta.- suspiré y me até el cabello en una colita alta.

-No sé, Pau, no quiero maquinarme.- me puse la crema nocturna de la marca de Camila, que amo, y salí del vestidor.- Es un hijo de puta, no se que puede querer, la verdad.- nos metimos bajo las sábanas.

-Me da miedo que se meta con Luca, le diga algo o que se yo. El gordo no sabe nada.- me miró y yo asentí.

-¿Lo sigue a Luca también?- se encogió de hombros y se giró para buscar su celular en la mesita de luz. Lo prendió y supuse que estaba buscando entre los seguidores del insta de nuestro hijo.

- Si, lo sigue.- suspiré y cerré los ojos.

- Lo quiero lo más lejos posible de nuestro hijo, en serio te digo.- me acomodé mejor en su pecho y puse una pierna sobre las suyas.- ¿Y si le hablo? Onda, le contestó su me gusta...

-No.- respondió de inmediato.- No le digas nada, déjalo ahí quietito que por ahora no hizo nada.- asentí.

-Quiero despertarme y que desaparezca, te juro. Una pesadilla o algo.- suspiré.

Three at Turín ; Paulo Dybala Where stories live. Discover now