Como ser un Arma

capitulo 13

— Kaled — digo

— No me dirijas la palabra — se limita a decir y conducir

— Estoy llena de sangre, por otro lado, él también

¿Qué paso? Algo realmente terrible paso

20 minutos antes

Pongo las manos en el brazalete con intención de atacar cuando escucho la voz de Roger

— No contraataques te sacaremos de aquí no te muevas

— Fer déjala — gritan y veo a la chica del baño llorando

Veo a Kaled está como el mismísimo demonio. Se me nubla la vista y suelto el brazalete

El vampiro a mi espalda es desprendido. El equilibrio que tenía por ambos vampiros se va y caigo al suelo el otro sigue en mi cuello. Intento empujarlo, pero nada parece funcionar

Kaled intenta controlar al otro, pero también lo ataca al cuello. Lo veo cerrar los ojos no me importa lo que pase conmigo y vuelvo a intentar empujarlo al chico. Una espada le sale de la espalda al chico… Kaled lo atravesó con la espada y se lo quita de enzima su traje está lleno de sangre al igual que su cabello que con el alboroto se ha desamarrado. Va hacia mí alterado

— No Kaled se lo ruego por favor es mi pareja de vida por favor, señor Kaled — ruega de rodillas

Él se detiene y lo piensa siento que voy a cerrar los ojos y hago el último intento de mover al chico

Roger aparece y logra quitármelo de enzima.

Retrocedo y se me cae la máscara, rueda hasta los pies de Kaled que de inmediato me levanta y me mira por todos lados para asegurarse de que estoy bien.

Está a punto de abrir la boca para hablar cuando me aparta de golpe mirando por encima de mi hombro y le corta la cabeza al chico Fer

Me tapo la boca del susto y se escucha un sonido desgarrador los gritos de sus conocidos y los llantos de otros

Kaled me sostiene tan fuerte por el brazo que temo perderlo, pero no me quejo hay sangre derramada por mi culpa y no merezco compasión alguna.

Me sube al auto y conduce y me fuerza a bajar la cabeza supongo porque tampoco puedo ver la salida del santuario

—Ya puedes subir la cabeza dice Ebert atrás — la subo y Kaled por primera vez me da miedo

— Kaled — dice Ebert

— No me hables vete a la cabaña y espérame allá — su cabello está suelto y lleno de sangre

Intento llamarlo también pero también me detiene

Llegamos a la cabaña y Roger, las gemelas, Turiel y Ebert ya estás allí dentro sentados en el sofá

Las gemelas se lanzan contra nosotros y nos revisan tengo uñas clavadas a los hombros y las desinfectan Kaled aparta a la otra gemela y se acerca a mí, aparta a la otra gemela que me atendía, mira el brazo molesto y lo suelta, la gemela sigue con lo suyo

— Qué diablos hacías en esa fiesta

— Yo la llevé Kaled, no sabía que ibas a llevarla al santuario talvez si me comunicaras las cosas… Kaled golpea la mesa y las dos no sobresaltamos

— ¿Me estás culpando por esto? — le grita

— No es que…

— Tú más que nadie deberías saber que no puedes llevar a una humana con sangre tan dulce a una fiesta llena de vampiro, ¿¡que te paso por la cabeza Ebert!?