[Después de que sus esposas les insinuaran sobre la gran cercanía entre Enzo y Julián, los jugadores comienzan a sospechar que no tienen solo una amistad.
¿Es una confusión o una realidad? ¡No importa, mientras dejen a Alejandro ser el padrino!]
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¡!Vayan a leer "él dijo", hay erling x Julián si les interesa, está en mí perfil 😘❣️
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Enzo se moría de la vergüenza, las orejas se le habían puesto coloradas. Se encontraba sentado en una de las camas que había en la pieza de Leo, cama que nadie usaba debido a la ausencia de Agüero, con todos frente a él.
"Todos sabemos que sos ga-" Otamendi le pegó a Alejandro.
"No sabemos todavía, tarado."
"¿No?" Y miraron a Enzo, que parecía más duro que cantando cumbia en navidad.
"¿De qué concha hablan?"
"De vos y Julián." Le respondió Paredes, no era el mejor grupo para tener una charla tan íntima, pero lo intentaban.
"¿Qué mierda dijeron ustedes?" Reclamó rápido contra Alejandro, Romero y Paulo.
“Eh, eh, tranquilo' que acá vinimo' a habla' bien.” Messi le hizo una seña con la mano, Enzo se quedó quieto al instante.
“Perdón Enzo, te juro que ese día yo no quería hacerte sentir mal, no tuve que meterme ahí, lo hice de metido y me arrepiento un montón te juro que–” Enzo negó con la cabeza, Dybala no creo ningún conflicto, el conflicto lo género él. No era culpa de su amigo que él esté enamorado, no se había enamorado de Julián esa noche, ni siquiera fue la noche que lo aceptó. Simplemente le molestó, se sintió frustrado y confundido. Una parte de su corazón se ilusionó y derrumbó al mismo tiempo ese día.
“Dios...no te disculpes Paulo, está bien, ¿pero qué es todo esto? ¿Qué hacen todos acá? ¿Por qué me llamaron?” Las piernas le temblaban, el corazón le palpitaba fuerte.
“Enzo, yo sé que debe ser difícil, pero acá todos estamos con vos.” El cuti sonó más paternal que nunca, y el veinticuatro sintió que la garganta se le cerraba.
“Si, y ni siquiera tiene que ver con Juli, te notamos mal, no nos gusta verte así.” Le siguió Otamendi.
“Sabemos que tuviste un mes malo allá, y que la práctica de hoy no fue mejor, lo que sea que te esté preocupando acá estamos.” Emiliano tenía una sonrisa cálida, poco a poco Fernández sentía que su corazón flaqueaba más.
“No hace falta que digas nada, eh, pero no te alejes así, somos amigos antes que compañeros.” Le recordó Paredes.
Y para sorpresa de todos en el cuarto Enzo se cubrió la cara, sollozando, un sollozo lastimero. Había retenido tanto, no este mes, este mes colapsó. Enzo venía guardando desde River, cuando él y Julián se vieron por primera vez. El Enzo Fernández de 18 años quedó prendido al Julián Álvarez de 19, esa sonrisa tímida que desaparecía completamente cuando entraba a la cancha.
