"En mis sueños veo que vas a ser un gran pervertido y un gran ninja... y un día tendrás un alumno... éste alumno va ser el responsable de una gran revolución en el mundo... en la que finalmente traerá la paz o la destrucción del mundo, el resultado...
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Rojo predominó en la vista del exterior, oscuro y en movimiento, como un vino añejo siendo vertido en una copa. Fluía sin nada que lo retenga, cubriendo cada centímetro del cuerpo. Era en escencia... Una capa peligrosa y protectora.
Tomé repetidas bocanadas de aire, lentas y ordenadas, buscando calmar ese impulso de adrenalina que por las venas corría. El alrededor era más nítido, los olores y sonidos también. Todo, literalmente todo. Podía sentirse.
Apreté los puños, la piel se cortaba ante el rozamiento con las afiladas y largas uñas, pero tan rápido como esa abertura aparecía, se iba. Centré la vista, intentando alejar algo de esa bruma rojiza y poderosa.
El viento se volvía cálido al chocar contra el cuerpo, afectado por la temperatura alta del chakra. Sin embargo, no sentía ese sofoco que una persona normal tendría, más bien era como...
-Estar en la boca de un tornado.-Murmuré, nada sorprendido por el detalle. Esperaba tal situación dentro de las posibilidades.-Aún así... Tengo ese deseo primario de atacar.
Retuve el gruñido que trató de escapar por mis labios, evitando que los ahora afilados colmillos se mostrarán al rival que tenía en frente.
-Naruto, ¿Puedes reconocer mi voz?-Jiraiya cuestionó con cautela, en calma frente a un posible Jinchūriki salvaje.
Inhale y exhale otra vez, asegurando la estabilidad actual. Relajé cada músculo, poniendo derecho el cuerpo para dejar de imitar al animal salvaje promedio.
-Si, lo hago Jiraiya-Sensei.-Levanté el pulgar, notando el ligero temblor que presentaba.-(Cuesta mantener el control y apenas es la punta del iceberg).
Observé mi espalda, dónde una cola formada enteramente por chakra se movía.
Si solo eso ya requería un mínimo esfuerzo, con Kurama como apoyo... ¿Cuan difícil sería regular cuatro o más?. El Naruto original jamás tuvo oportunidad de lograr tal cosa, ahora entiendo su descontrol.
Regresé la atención al Sabio que tenía de maestro, sus ojos oscuros analíticos al notar el mismo detalle referente al control.
El hombre estaba dispuesto a frenar todo en cualquier instante, podía lidiar con mayores problemas.
-Bien, mantente así, quiero saber que sientes.-Instruyó, seriedad en la voz mientras daba pasos lentos hacía mi posición.
Asentí, golpeando rítmicamente el suave y verde césped con el pie. Buscaba liberar cualquier exceso de adrenalina obtenida. No quería lastimar en falso peligro, era mucho mejor que eso y lo iba a demostrar.
-Fuerza, tengo una fuerza descomunal para expulsar. Pareciera que estoy en la cima de la cadena alimenticia.-Traté de darle sentido, una emoción en palabras no siempre es fácil de expresar.-Además, todo se siente en demasía. Olores, sonidos, vistas... Todo.
