La princesa de Slytherin (Tn/Draco)

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El tiempo ha pasado muy lento últimamente, lo más queremos Draco y yo es volver a Hogwarts. Las cosas en la mansión están un poco complicadas, después de varias ocasiones en las que Lucius hace sentí mal, me canse así que comencé a responderle, o interrumpirlo, Snape se disculpa por mí diciendo que es una fase y tal vez un periodo de rebeldía, sé que si pudiera Lucius me reprendería y castigaría pero no puede, necesita de mí para seguir siendo el favorito de su Señor.

- Esta noche habrá una cena formal en la casa - anunció Lucius - Los quiero a todos listo a las 6 - asentimos sin hablar, cuando se fue le sonreí a Narcisa

- ¿Compras? - pregunté haciendo un baile con las cejas

- No sé si tengamos el tiempo suficiente, cariño - respondió dudosa

- Vamos mamá, un par de horas - me apoyó Draco

- Está bien - suspiró ocultando una sonrisa - Iré a hablar con tu padre, Draco cariño, podrías ir por mi bolso - le pidió amablemente

- Yo voy, ire por él mío también - me ofrecí amable

- Vamos - dijo Draco juguetón - El último en llegar paga los helados - reí y corrí tras de él, le pegue la costumbre de comer helado siempre que vamos de compras.

- No corran en las escaleras - gritó Narcisa - En especial Tn, los tobillos cariño - ambos soltamos una risita y seguimos corriendo

Corrí lo más rápido que pude, aún sabiendo que aunque perdiera Draco nunca me dejaría invitarle algo, es muy orgulloso en eso.

Pensé que nos encontraríamos escaleras y bajaríamos juntos pero no fue así siguió en la carrera

- Ahí voy - grité en el quinto escalón, Draco se giró asustado, baje uno más y me lancé

Vi miedo en los ojos de Draco peor aún así me atrapó, me abrazo con mucha fuerza, aguante lo más que pude la risa

- Detesto lo impulsiva e irresponsable que eres - me reprendió sin aún soltarme - ¿Y si no te atrapaba? - me bajo de golpe

- Perdóname amor, aunque yo sé siempre me atraparás - sonreímos y me besó

Lucius y Narcisa estaban detrás de nosotros, nos separamos impulsivamente y nos pusimos serios

- Señorita Snape, unas palabras - tragué saliva nerviosa, sentí miedo como si estuviera apunto de ser mandada a la horca

- Si claro - respondí nerviosa, lo seguí a su despacho

- Tengo entendido que no le agrado - iba a decir algo pero preferí callar - Las razones por las cuales lo hace me hacen reafirmar mi pensamiento sobre el exceso de sentimientos - se detuvo un momento - Pero este no es el motivo de mi charla, porque la forma en la que educo a mi hijo es solo cuestión mía, de Narcisa y de Draco - dijo haciendo notar su poder sobre ellos, mi sangre hirvió pero no quiero discutir - Esta noche vendrás mis amigos cercanos y espero que su comportamiento sea ejemplar - de pronto sentí un nudo tremendo en el estómago

- ÉL, vendrá? - preguntó tratando de no sonar asustada

- No es seguro pero igual quiero que todo sea perfecto como siempre - dijo recalcando la palabra perfecto

- Si señor Malfoy - asentí aún nerviosa por la aparición de Voldemort

- Escuche que irán de compras - dijo más casual - Vayan ya, no los quiero tarde - asentí, lo tomé como una señal para irme

- Gracias - dije levantándome del sillón, casi corrí a la puerta - Hasta luego - dije cerrando la puerta, solté un gran suspiro y me alejé de ahí

Me estrellé con Draco, me miró, sonrió dulcemente, me rodeo con sus brazos y me besó dejándome sin aliento

- ¿Mejor? - preguntó sonriendo en mis labios

- No podría estar mejor - sonreí de vuelta

- Ahora vamos, mamá no está esperando - me extendió su mano sin hacer más preguntas

- ¿No vas a preguntar... - me interrumpió con un beso

- Lo escuché todo - sonrió pícaro - No vendrá princesa, cuando dice que no es seguro es un no - me sentí mucho mejor con esa noticia

- Bueno mi amor, vamos - lo jale y comenzamos a correr

- Cuidado princesa, traes tacones altos y el pasto - gritó detrás de mí

- No pasa nada - al llegar con Narcisa sonrió aliviada al vernos de buen humor

En el camino veníamos platicando de cosas muy triviales. Recorrimos varias tiendas no me gustaba nada de lo que me probaba, no me sentía cómoda.

Narcisa se había comprado un vestido precioso y no necesitaba uno, fácilmente podría usar alguno de los que están en casa, así que estaba por darme por vencida e irnos a casa. Pero Draco me convenció de intentar en una tienda más.

Cuando lo vi me gusto de inmediato, tomé el de mi talla y fui al probador. Al verme al espejo me encanto, es cómodo, lindo pero xexy, ideal para la cena.

Salí para preguntarles cómo se me veía, pero Narcisa no estaba, cuando mire a Draco, el sonroje al verlo pasmado con la boca semi abierta.

- Wow - dijo asombrado - Varias veces me has dejado deslumbrado por tu belleza y aún así no me acostumbro a lo hermosa que eres y de lo sencillo que es para ti dejarme sin aliento - mis mejillas estaban ardiendo, no me resistí y corrí a él

- Eres el mejor regalo que la vida pudo darme Draco - sonreí antes de besarlo - Eres tan romántico y caballeroso, definitivamente lo que siempre deseé tener - me abrazo con ternura, segundos después me levanté - Iré a vestirme - dije sonriendo como boba

- Si princesa - respondió igual que yo

Cuando salí Narcisa estaba esperándonos, yo pago mis amores, vayan adelantándose por el helado o nos dará tiempo

- ¿De qué pido el tuyo? - preguntó Draco

- No me aparece cariño, vayan ustedes - nos sonrió y asentimos

El regreso fue rápido y después de ahí corrimos a alistarnos, en la mansión había mucho movimiento. Afortunadamente estuvimos a tiempo para recibir a todos los invitados.

La noche fue tremendamente aburrida, me limité a imitar el comportamiento de Narcisa, solo asentía con una sonrisa a todo.

Lucius estuvo todo la noche con Draco, si lo vi 5 minutos fue mucho, Narcisa dijo que había salido todo perfecto, yo estaba aliviada y contenta de no se apareció Voldemort, aunque tampoco papá.