Relatos +18 de las Hijas Dimitrescu x lectora/OC.
[☆] Todos los oneshots son TRADUCCIONES. Doy créditos a sus respectivos autores.
~~~Imagen de portada: AcousticMalta (Twitter)
Summary: Bela Dimitrescu era intolerable... Y ella también.
(Top!Bela) (Enemies to lovers)
Palabras: 19936
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El castillo Dimitrescu era una estructura imponente, oscura y imponente contra la silueta de las montañas que sobresalían. Sus habitantes eran aún más aterradores.
O eso dijeron.
Francamente, Petra no había sido aterrorizada por ningún miembro de la familia Dimitrescu. Amenazada, tal vez, pero no asesinada o abiertamente herida. Quizás se debió a que su empleador no era la propia Dama del Castillo, sino el Duque.
Era un hombre extraño. Hablaba con acertijos y verdades a medias, y Petra había aprendido a no entablar una pequeña charla con el hombre. Solo conduciría a un dolor de cabeza más tarde. Pero, considerando todas las cosas, el Duque era diligente y trabajador, y siempre tenía casi cualquier cosa en stock.
Un stock que Petra era la única encargada de mantener en orden.
Cuando aceptó el trabajo por primera vez, por supuesto, fue por desesperación, dado que nadie quería un trabajo en el que estuvieran en contacto regular con los cuatro Jerarcas, no había imaginado que hacer malabarismos con el almacenamiento en cinco ubicaciones diferentes sería difícil.
Realmente, debería haberse dado cuenta antes.
Petra se encontraba en movimiento la mayoría de las veces, constantemente montada en su fiel corcel, demasiado grande para su altura. Un caballo de tiro, lo único que había heredado tras la muerte de su madre. El Duque le dio un carrito, y ella se iba, empujando artículos de un lado a otro, luego arrastrándolos dentro y arriba y abajo de los estantes.
El trabajo realmente no la molestaba. Era un buen dinero, a pesar de que nunca tuvo un descanso. También descubrió que la mayoría de los Jerarcas eran inofensivos.
Lord Moreau era tranquilo y reservado, rara vez los molestaba. Era el menos raro de los cuatro, lo que en realidad era decir algo, dado lo...
Bueno. Que raro era.
Pero rara vez tenía que interactuar con él, ya que casi nunca convocaba al Duque. Ella odiaba cuando lo hacía. Su casa era en la que más temía trabajar. No era solo el olor; era el hecho de que todo lo que permanecía cerca de su casa adquiría cierta... característica babosa. Había pocas texturas que odiara más que cualquier cosa viscosa.
