Peter Parker...
Spider-Man...
O quien quiera que seas realmente.
¿De verdad creías que existía una posibilidad de que recuperaras tu vida?, ¿de escapar de tu pasado y redimirte con acciones de bondad vacía?, ¿de dejarlo todo atrás y continuar cóm...
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Peter
Me sentía relativamente extraño, a mi mente llegaban imágenes vagas de mi siguiendo desde las alturas a cierta rubia, exactamente igual que ahora, con la diferencia que eran dos personas diferentes. Era hasta cierto punto nostálgico, pero causaba que mi corazón se acelerara con cada mirada que le regalaba.
Era la primera vez que seguía a alguien que no era un criminal, no desde Gwen.
Cuando subió al tren creí que se dirigiría a su casa, y dado que ambos vivíamos en Queens salté al techo del mismo y avanzamos. Saludé a algunos niños por el camino y mis sentimientos, que apenas se estaban reponiendo, volvieron a alterarse cuando la vi bajar del tren cuando aún estábamos en Manhattan.
Me columpié entre los edificios con cuidado de no ser detectado y me oculté tras una de las estructuras en la parte más alta del edificio del lado contrario de la calle, ella se quedó quieta unos minutos recargada en la pared mientras llamaba por su celular antes de entrar a un teatro.
La perdería de vista hasta que saliera.
-¿Por qué me estás siguiendo?- pregunté en voz alta cuando me fue imposible ignorar la presencia de la que mi sentido me había estado advirtiendo.
Salió de su escondite para nada discreto y se colocó junto a mi.
-¿A qué clase de psicópata seguimos ahora?, ¿es una misión secreta?- ni siquiera lo miré, pero de alguna forma su risa me hizo intuir que él descubrió que yo había rodado los ojos.
-¿No tienes cosas más heroicas que hacer?-
-¿Y tú?- Johnny me dio un golpe juguetón en el hombro.
Siguió un rato más ahí conmigo ya sin poner atención hacia abajo, se recostó con tranquilidad y comenzó a hablar de temas triviales, yo lanzaba miradas a la entrada del teatro pero Madeline no salió.
-En conclusión, fue de esa manera que me enteré que las bebidas medianas y grandes tienen la misma cantidad de liquido en su interior-
Su historia me había hecho reír en verdad, había durado más de media hora llena de caos y delirios de los seres humanos solo para concluir eso.
-Creí que el marketing falso de implementar vasos más grandes ya lo sabían todos- dije antes de levantarme y estirar mis brazos al cielo.
-Bueno, no puedes culparme por mis buenas intenciones- se encogió entre hombros.
La idea de una pobre chica muerta en un callejón oscuro y solitario no dejaba mi mente, aún no me decidía si era por la idea de que era mi trabajo como el hombre araña era evitar precisamente eso, o el hecho de que fue tan cerca de Mad lo que hacía que mi preocupación saliera de mis inseguridades más profundas y me dominara como la sangre en mis venas.
-Oye, ¿sabes algo del asesinato de anoche?- le pregunté sacando el tema de la nada -fue en Queens-
-Si, creo que escuché algo, pero muy por encima- él también se había levantado -¿por qué?-
