Nalgofilia

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Edades: Iguales a la vida real.

Leandro tiene nalgofilia (adicción a los culos grandes TREMENDOPAJERO) y Enzo tiene lo que a él le gusta.

..

- ¿Como me queda este pantalon? lo siento medio apretado - Enzo le mostraba los pantalones que se habia comprado a Leandro.

- Que cola, eh - El menor lo miro mal.

- No te puedo preguntar nada a vos - Respondio enojado, mientras se iba a su habitacion, seguido por el rubio.

- Bueno, chee, ya sabes como soy - Le dijo Leandro cuando llegaron juntos a la pieza del menor.

- Es molesto ya...Leandro - lo llamó - ...Leandro mírame a mí - El menor se dio vuelta para que lo vea a la cara.

- ¿Que decís, bebé? - El mayor le dio una sonrisa inocente, viendo la peor cara de ojete que tenía Enzo.

- No te hagas el vivo vos - Dijo el morocho, mientras guardaba la ropa en su armario. Muy visto por Leandro.

Enzo no tardo en darse cuenta que otra vez lo estaba mirando, se cruzó de brazos y hablo.

- Tomatela de acá, dale - Intento hacerlas por las buenas, pero al ver cómo Leandro se acostaba se brazos, dejo de optar esa opción.

- No.

- Leandro, vos no queres que yo agarre la ojota y te saque a las patadas..¿o si? - A el rubio le costó mantener la mirada, eso le empezaba a dar miedo.

- No..ya me voy, mí amor - Enzo le dio una sonrisa, mientras le dejaba espacio para salir, antes de que el mayor salga, le dio una nalgada al otro, y empezó a correr.

- Pendejo de mierda - Susurró el menor, y comenzó a volver a su tarea.

..

Tenía hambre, y bueno, no había otra que cocinar algo. Lastimosamente Leandro al lado de el, jodiendo.

- No, no agarres eso.

- Tampoco toques eso - Enzo empezaba a ponerse de mal humor. Y Leandro quería joderlo.

- Entonces tocó esto - Totalmente descarado, según el morocho, le agarro la cola. Pero Leandro no se percató que su novio tenía un cuchillo en mano, en cuanto lo vio, rápidamente lo soltó.

- Pillo, vos.

..

Y a la hora del sexo, era muy agotador.

- Aya...deja de pegarme ahi~ - intento hablar bien Enzo, las nalgadas de Leandro le empezaban a doler, y eran muy continuas.

- Si te encanta.

- Pero me duele, y mañana no puedo ni sentarme - Pero eso le chupaba un huevo, disfrutaba tener un novio con un culo enorme, y no lo pensaba desaprovechar.

Mientras lo tenia a Enzo en cuatro, le pegaba seguido y más la penetración, se diría que era un sexo kink, o parecía que fuera eso.

A Enzo no le disgustaba, pero Leandro pegaba fuerte, hasta llegaba a morder. Al principio le gustaba que Leandro le halague la cola, pero después de un tiempo comenzó a hartarse.

Y la hora de dormirse, el rubio siempre dejaba una mano en el culo del otro.

..

Y las nalgadas ya eran un problema, eran en cada momento, hasta Leandro le dio una cuando salieron de un velatorio, ese día habían discutido feo.

Cuando cocinaba, doblaba la ropa, limpiaba, hasta cuándo pasaba al lado de el. Era difícil convivir con ese ser humano.

Enzo sabía que no podía hacer nada para que Leandro pare, pero intento buscar una solución, al parece no había, por más que usará ropa grande, el rubio lo tocaba igual.

Muchas veces Enzo quiso terminar la relación, pero no podía,se amaban y quitando la obsesión esa, eran una linda pareja. Tenían momentos lindos, donde Leandro podía controlarse. Ahí era donde Enzo amaba a estar con el rubio, quería sentirse amado sin tener que resaltar su trasero, pero estaba acostumbrado, demasiado hoy en día.

Igual también está una ventaja, si quería algo de Leandro, y este le decía que no, tenía su debilidad.

- Amor, ¿me compras esto? - Señaló a la vidriera, donde había un conjunto bastante caro.

- No - Respondió. Enzo lo miro mal, y empezó a caminar adelante de el, sabía a dónde se le iba a ir la mirada. - Bueno, espera, te lo compro.

- Odio que uses ese pantalón tan..- Dijo Leandro, el menor sonrió y le dio un beso en el cachete, siemore hacia lo mismo, y siempre hubieron resultados.

Todo esto tenían ventajas y desventajas, pero sabían cómo remerla para que  no sea un caos.

one shots - enzo fernández x leandro paredesWhere stories live. Discover now