12; La Muerte Es Culpa De La Culpa

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Jungkook

   Taehyung no asistió a las dos reuniones familiares que se hicieron después de eso. 

La primera vez, cuando Merin desapareció y me atreví a acercarme a la señora Kim y preguntar por su paradero, ella respondió que había salido de la ciudad por temas de trabajo. La segunda su respuesta fue la misma, pero esa vez me aseguró que volvería pronto. Sabía que no era trabajo porque él me había dicho que no planeaba trabajar hasta el próximo año.

Tampoco contestó las llamadas que le hice un par de días después de la nuestra, e ignoró el "Tae" que le mandé por mensaje.

Su ausencia me estaba amargando. Me amargó en las fiestas, y en las veces que acompañé a Merin a la casa de sus padres. Me acostumbré con rapidez a la elocuencia de sus palabras, al olor de su perfume, y a su exquisita presencia. Y ahora estaba solo de nuevo, rodeado de personas sin tema de conversación, como antes de conocerlo. 

Pero esto no era antes, pues tanto impacto había causado su vida en la mía, que me di cuenta de lo solo que estaba hasta que él volvió a desaparecer. Temí que la próxima noticia que tuviera suya es que se había regresado a vivir a Estados Unidos. Temí que hubiera decidido odiarme y desaparecer de mi vida. Temí no poder volver a hablar con él.

Ahora pensaba en eso, sentado en la mesa principal, con Merin a mi lado.

La fiesta que se había organizado para mi cumpleaños era demasiado elegante para el tipo de fiestas al que estaba acostumbrado antes de casarme con Merin. Había vino caro, y postres con sabores insípidos. Las luces estaban más amarillas que nunca, y los invitados vestían sus ropas con exuberancia y clase fingida.

Lo único bueno es que habían asistido las personas que yo invité, como Jimin y Lia, quienes ahora discutían por un libro a mi lado. Mi padre y Yeri estaban por llegar, y habían algunos integrantes de la familia blanca, invitados por Merin, para gusto mío. Ellos, como siempre, portaban sus trajes con limpieza y seriedad. Llegaron vistiendo colores neutros, y una prima de Merin me había dicho que era así porque, en las fiestas de cumpleaños, se espera que, quien luzca, sea el cumpleañero. Sonreí y le agradecí, y me mudé a su mesa a platicar con ellos un rato. Me recibieron bien, aún cunado fueron víctimas de vistas incómodas por el resto de la familia Kim.

Luego llegaron Jimin y Lia, y en parte me avergoncé por el tipo de fiesta que a la que les estaba invitando, pues era algo a lo que ellos no estaban acostumbrados. 

Jimin me abrazó y bromeó sobre mis nuevos treinta. Lia hizo un comentario parecido, pero lo de ella tuvo que ver con décadas. Ninguno me sentó bien, teniendo en cuenta que nunca esperé llegar a esta edad, y el golpe de realidad al verme concluido con la mitad de mi vida productiva me mareó por un rato hasta que Jimin sacó una botella de ron y la sirvió en mi bebida a escondidas de los demás.

Después vi a mi padre y a Yeri llegar. Ni siquiera me di cuenta de su vestimenta hasta que Yeri se vio los pantalones de mezclilla incómoda. Supuse que era por las miradas que algunos invitados les dieron apenas entraron. Quise restar importancia, pero no supe cómo hacerlo sin ofender a la familia de Merin.

Me levanté de la mesa y los fui a recibir. Ellos me abrazaron gustosos, y vi a Yeri secarse un par de lágrimas mientras hablaba de lo grande y maduro que me veía. Después se acercó el señor Kim con su esposa colgada del brazo. Agradecieron su presencia en la fiesta, y hablaron de lo bueno que estaba siendo como yerno. Pensé en que mi padre no podía decir lo mismo de Merin porque eran contadas las veces que ellos dos habían convivido. 

Los guié a mi mesa y Jimin presentó a Lia a mi padre y a mi hermana. Noté a Yeri un poco incómoda por eso pues sabía que ella tenía un amor platónico en Jimin, aún cuando tenía novio. No lo entendía hasta ese momento, que Taehyung volvió a mi cabeza una vez más.

clámame, vehemencia [KookTae]Kde žijí příběhy. Začni objevovat