♯ ❛ Capitulo: Tres ❜ ꦽ

1.1K 134 27
                                    

⠂⠁⠁⠂⠄⠂⠁⠁⠂⠄⠂⠁⠁⠂⇾ 🌆⸃⸃ +

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

⠂⠁⠁⠂⠄⠂⠁⠁⠂⠄⠂⠁⠁⠂⇾ 🌆⸃⸃ +

-He decido que lo mejor es seguir la petición de Paimon e ir a buscar ingredientes para cocinar, después de todo, no me quedan más raciones. -Afirmó el rubio mientras posaba con las manos en la cintura.

-Si eso quieres. -Contestó el pelimorado, indiferente, y comenzó a elevarse usando su recientemente adquirida visión anemo.

-Ni lo pienses. -Antes de que Wanderer pudiera irse por su propio camino, Aether lo agarró de un tobillo. -Nahida nos mandó a pasar tiempo juntos, así que, no puedes sólo escaparte. -Y así, de un tirón la marioneta regresó al suelo.

-Uish, como quieras. -Resopló y se cruzó de brazos, para luego ir caminando al bosque, con ambos compañeros siguiéndolo por detrás mientras se reían en voz baja de la cara de niño amurrado del joven.

Se adentraron cada vez más en el frondoso bosque, estaba oscureciendo así que debían ser extra cuidadosos, por suerte muchos de los animales salvajes y monstruos estaban dormidos.

Mientras caminaban, Paimon salió disparada hacia unas flores que estaban más adelante. -¡Miren! Paimon encontró ingredientes. -Gritó con orgullo, ambos chicos corrieron hacia ella y recolectaron las flores dulces.

-Ahora que tenemos esto, supongo que tendremos que cazar algunos pájaros y hacer pollo asado con miel. -Anunció el de ojos ámbar. -¡SÍÍÍ! -Respondió su compañerita exaltada.

-Que chillona eres. -Añadió Wanderer, cubriendo sus bionicos oídos.

-¡Hey! ¡Paimon no es chillona, así es mi voz!

-Tranquilos ¿Sí? Recuerden que necesitamos comida, además, luego del tiempo te acostumbras a la peculiar voz de Paimon. -Dijo ésto último, mirando de reojo al ojivioleta.

Luego de la pequeña discusión, Aether divisó un par de patos en un lago, sin hacer mucho ruido se fue acercando para cazarlos, pero no contaba con que cierto muñeco se le adelantaría lanzando una bola de poder anemo al lago, atrapando todos los patos de un sólo ataque.

-Pan comido. -El pelimorado sonrió trinfual mientras iba a por sus presas.

Esa actitud le causó cierta moletia al viajero, pero lo dejó pasar y siguió al contrario.

-Ahora que tenemos todo listo, debemos buscar un lugar apropiado para cocinar todo esto y acampar. -El rubio se llevó la mano al mentón mientras pensaba.

-Podriamos ir a la colina Gandha, suele estar despejado y no hay tantos árboles o enemigos. -Acotó el muñeco.

-Vaya, ¿Desde cuándo sabes tanto de la geografía de Sumeru? -Preguntó el viajero.

-Culpa de Buer, ya vamonos. -Contestó avergonzado y volvió a adelantarse.

El rubio solo hizo una mueca como diciendo "¿Y a este quién lo entiende?" Y siguió con su camino, con Paimon agarrándolo de la espalda como si fuera una mochila, se había cansado de flotar, quién lo diría.

De camino a la colina, el grupo se topó con una familia de hongos monstruos. Escondidos en un arbusto, Wanderer estaba a nada de lanzarles un ataque, pero Aether le tiró del brazo.

-No nos han hecho nada, no hay por que matarlos, además, se que tratándolos correctamente pueden ser amigables.

-¿Y tu que sabes? ¿Acaso eres un hongo disfrazado de persona? -Sonrió burlesco.

-"Ja ja" muy gracioso, lo se por un concurso de entrenamiento de hongos  en el que participe, ahora es más importante irnos de aquí en silencio.

Los tres siguieron el plan y sigilosamente llegaron a un lugar despejado, en un rato más de caminata, llegaron al aclamado lugar.

-Por fin estamos aquí, ahora es momento de levantar el campamento. -El rubio se estiró y puso manos a la obra, dejó a Paimon sentada en una roca y se dispuso a recoger pedazos de madera y hojas de las más grandes.

En ese momento, el ojivioleta estaba sintiéndose extraño, deseaba ayudar pues sabía que eso daría una mejor imágen de si mismo, pero a la vez no se decidía si debería intentarlo, si hacía algo mal se volvería a sentir inútil, como en el momento dónde fue descartado.

Recordar ese momento le provocó un espasmo por todo el cuerpo.

El viajero notó el repentino comportamiento extraño de su conpañero y con una señal de manos lo invitó a acercarse, ahora no tenía otra opción más que ayudar y rezar por no hacer nada mal.

La marioneta, por mas humanos que fueran sus sentimientos, aún así sentía estar programado para seguir ordenes, por más que ahora trataba de aceptar más su lado humano, no podía evitar sentir un vacío cuándo nadie lo necesitaba o si fallaba al hacer una tarea.

Una vez junto al rubio, encontraron todos los materiales necesarios en un menor tiempo.

Al ver el trabajo realizado, el de ojos ámbar sonrió al contrario, sintió que Wanderer ya estaba empezando a tener una mejor actitud.

Esa sonrisa hizo a la marioneta sentirse... ¿Feliz? o al menos algo parecido, era un sentimiento agradable.

Después continuaron con la construcción, la tienda de campaña casi estaba lista, pero el pelimorado colocó mal un palo y todo se vino abajo.

Ahí es dónde el temor del chico se hizo realidad, se quedó en shock y esperó que le gritaran y fuera echado del grupo por parte del contrario.

El rubio miró extrañado la expresión de Wanderer, sabía que él normalmente nunca respiraba y si lo hacía era a propósito para aparentar, pero ahora lo estaba haciendo y muy rápido, ahí es cuándo se dio cuenta de lo que le estaba pasando.

Se acercó y apoyó su mano en el hombro del de adelante. -Tranquilo, aún hay tiempo y podemos volver a construirla, a Paimon no le molesta, ya se durmió en esa roca y yo no estoy enfadado ¿Sí? -Esas palabras lograron reconfortar y calmar al muñeco.

Ahora se sentía avergonzado de si mismo, no quería mostrar su lado más débil, no ahora, deseaba aún mantener su actitud mezquina pero siendo un poco mas agradable, como antes dicho, hasta que se sintiera 100% seguro y en confianza, rápidamente se recompuso y con velocidad volvió a trabajar.

El de trenza suspiró, levemente disgustado, creyendo que había progresado con su compañero.

Entre ambos lograron por fin terminar la tienda, fue hecha con el tamaño perfecto para poner los 3 sacos de dormir que Aether había empacado hace tiempo atrás.

El de ojos ámbar, se secó el sudor de la frente con el antebrazo y sacó a la dormida Paimon de la roca y la acomodó en la pequeña bolsa de dormir que había preparado especialmente para ella.

Ahora sólo faltaba que los dos chicos restantes se prepararan para dormir, o al menos solo uno de ellos.

-¿Te parece si dejamos la comida para mañana? Si comemos sin Paimon se enojará muchísimo. -Preguntó Aether, adentrándose en la tienda.

-Está bien, de todos modos no necesito comer. -Contestó el pelimorado, quedándose sentado afuera, mirando las estrellas que siempre creyó falsas.

⌗ꦸ𔘓 ꒰ Redención - ⟮Scaraether⟯ ꒱ ⿻⁺₊ (Pausada)Where stories live. Discover now