Police (SuperCorp)

Capítulo 3

"Volveré pronto" besó su cabeza y tocó su barbilla dándole suaves mimos con sus manos.

"Lee, no quiero que te pase nada malo" respondió la omega preocupada mientras tocaba su vientre de ya nueve meses.

"No pasará nada, cariño. Estaré bien. Sólo cuida de nuestro bebé y de ti" dejó de darle mimos y se aproximó hacia un escritorio dónde Kara hacía sus tareas. Tomó su placa policial y gorra la cuál puso sobre su cabeza.

Kara suspiró y solamente asintió viendo cómo su alfa se iba de su hogar dejándola sola en el vacío lugar. Miró hacia el techo y siguió dando leves movimientos sobre su vientre. Su ahora alfa no era muy expresiva y le encantaba su trabajo. No paraba de salir y atrapar criminales, y eso ponía cada vez más nerviosa a la omega.

Se acostó entre las cobijas y tomó la almohada de su alfa abrazándola y poniendo su nariz de botoncito sobre ella, aspirando el suave olor a menta.

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Pov Lena

"¿Cuál es el nuevo caso?" hablé desde mi radio manejando hacia la dirección que me indicaban. Pasé mi vista por la ciudad, algo dentro de mí me decía que volviera a casa y ese no era nada más ni menos, que mi lobo.

"Tenemos un 3315 en el banco. Al parecer tienen rehenes y el banco está repleto de gente armada". Sonó la radio.

Apreté el acelerador y prendí las sirenas rápidamente yendo hacia el banco de la ciudad. Cuando estuve frente al banco suspiré y bajé rápidamente tomando un arma y yendo hacia varios otros agentes. Mi jefe se acercó y saludó dándome un abrazo.

"Lena, que bueno que llegaste... sabes que eres la mejor en esto, así que necesitamos que entres y..."

No tardé en contestar y solté un "Sí". Mi jefe sonrió y sólo dio pequeños golpes en mi espalda.

"Entrará un equipo detrás de ti. Así que el área es toda tuya. Confiamos en ti".

Asentí y me incliné haciendo una reverencia frente al mayor. Miré hacia enfrente y caminé justo haciéndole algunas señas a él equipo o mejor dicho gente parte del ejército. Todos armados se aproximaron hacia mi siguiéndome por detrás.

"Entraremos del lado derecho. No disparen sólo manténganse al margen de que no les pase nada a los rehenes". Comenté y todos asintieron rápidamente.

Caminé hasta llegar hacia una bodega en el lado derecho del banco. Varios agentes especiales tiraron la puerta y todos entraron empezando la dichosa operación. Iba por delante así que mi corazón latía rápidamente, jamás había estado en alguna operación al mando así que era la primera vez.

Me puse detrás de una pared y vi cómo los armados empezaban a buscar el fuerte sonido de la puerta siendo golpeada. Caminé hacia enfrente pasando hacia la sala de recepción del banco encontrando varias mujeres atadas mientras lloraban asustadas. Me agaché y empecé a quitar sus ataduras mientras que con mi otra mano trataba de que guardaran silencio.

"Okay, por favor, guarden silencio, ya estamos aquí". Calmé y la mujer asintió saliendo lentamente de ahí siendo acogida por el ejército.

Me levanté y, pude sentir un dolor sobre mi espalda. Gruñí y toqué sobre el chaleco hasta que subí mi mano y la dirigí hacia mi espalda volviendo a traer mis dedos hacia enfrente percatándome que tenía una herida y sangre salía de ahí.

Mi cabeza empezó a dar vueltas por todo el lugar. Mis piernas flaquearon y eso hizo que mi mano se recargara contra el respaldar. Pero, el dolor más fuerte que pude haber sentido era él sabe que Kara en aquel mismo momento me necesitaba.

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"Dios, gracias, Lex, por llegar" apretó su mano y gimió de dolor. Su mano disponible se mantenía sobre su vientre. Respiró erráticamente pues le empezaba a faltar el aire.

"¿Puede algún doctor atendernos?" habló el mayor diciendo hacia una enfermera la cuál rápidamente corrió y empezó a llamar a otros doctores.

"Calma, Kara, ya vendrán. Vas a tener a tu bebé" animó y la omega sonrió por lo bajo. Nunca se imaginó vivir ese momento que ahora lo vivía, a sus 19 años de edad, era magnífico.

Las enfermeras se acercaron y le tomaron por los hombros para así llevarla hacia una silla de ruedas. Kara sintió paz por un momento, hasta que unos gritos afuera se hicieron presentes. Su loba gruñó dentro de ella y rasgó. El dolor se volvió más bestial haciéndola flaquear sus piernas y llorar. Por otro lado, Lex puso una mano sobre su boca viendo cómo su hermana era metida sobre una camilla rápidamente a una habitación.

"Len-Lena...". La omega habló y sus manos reposaron sobre el respaldar de la silla de ruedas tratando de levantarse. "T-tengo q-que ir con mi a-alfa" habló y las enfermeras rápidamente la calmaron.

Lex volvió a posar su vista sobre la rubia y se agachó a su altura. "Kara, ella estará bien, confía en mí. Sólo... por favor, mi sobrino está por nacer... tiene que nacer".

Era difícil, pero al final fue metida hacia una habitación y tuvo a su bebé. Un bebé sano, regordete con unos hermosos ojos verdes, una pequeña nariz y labios rosaditos. Era tan parecido a Lena.

Sólo hacía faltaba algo y era su madre.
 
 
 
 
 
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