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En medio de los pasillos de aquella mansión un hombre sentía que era perseguido por un lobo hambriento.
Pues no estaba muy lejos de la realidad, los pasos fuertes de Yoongi retumban dentro de su cabeza ante el miedo por perder la vida.

Miró la puerta principal y corrió hasta ella para poder salir corriendo por su vida, pero eso no pasó justo cuando estaba corriendo por las gradas y bajando hacía la fuente se escuchó cuatro disparos, todos los guardias se pusieron alerta pero de inmediato se detuvieron al ver como el Zar está de pie cerca de la fuente y ese hombre tendido en el piso siendo rodeado por un gran charco de sangre.

-Un traidor, ¿por qué no estoy sorprendido?- Le dio un disparo en cada pierna y brazo. Así que comenzó a arrastrarse por el piso.

-Siempre son la misma mierda. Como una plaga que no desaparece- Caminó hasta él para tomarle del cabello y alzar su cabeza quitando la máscara que cubre el rostro  pero no pudo saber quien es.

-Mmhhh, Ruborth este hombre...- El nombrado se acercó para observar al chico que está prácticamente agonizando del dolor y Yoongi aún le sujeta con fuerza por el cabello.

-¿Quién es? No lo reconozco, no tiene el tatuaje de nuestros rivales- Se acercó para bajarle el cuello de la camisa y se encontró con el tatuaje de unos labios femeninos cubiertos de labial rojo.

-Ah, es de la señorita Natasha- Yoongi se incorporó en su lugar dándole una patada que lo volteó boca arriba.

-Maldita perra y a ti por estúpido. Por aceptar sus encargos absurdos no se como puede ser parte de una mafia- Cargó el arma mirando fijamente a ese hombre.

-¡¡NO ME MATE SE LO SUPLICO!!-

-Le hiciste daño a lo que es mío. Eso no lo perdono. A nadie-

El rubio le dio un disparo justo en la frente sin pensarlo dos veces, no se inmutó ni siquiera cuando la sangre salpicó en su mejilla.

-Quemen el cuerpo, cuando despierte no quiero ver nada de esto y quiero que esté limpio-

Cuando se dio la vuelta miró por el balcón de su habitación, justo en las puertas corredizas miró el rostro pálido y asustado del pelinegro que en segundos desapareció.

No dudó en matarlo.

Ese es el pensamiento que tiene Jimin en la cabeza mientras se lava el rostro con ambas manos para quitar los restos de sangre que tiene en la boca.
Las manos le tiemblan por el miedo.
Yoongi no va a dudar en matarlo si hace algo mal.

Cuando terminó se dio una mirada en el espejo notando la zona roja e hinchada que quedó por el golpe.
Al salir se encontró con Yoongi guardando el arma y sacando un pañuelo blanco.

Tiene la mejilla llena de sangre y se limpió hasta que miró al pelinegro salir del baño.
Dejó todo lo que estaba haciendo para acercarse a él con toda la preocupación que ahora siente.

-¿Estás bien? ¿Te hizo mucho daño?- Levantó sus manos para acariciarle el rostro y Jimin se alejó sin poder mirarle a los ojos.
Llevó ambas manos frente a su pecho entrelazando los dedos, no pronunció ninguna sola palabra solo se alejó un poco pero antes de poder lograrlo el rubio le envolvió entre sus brazos de forma imprevista.
Huele a sangre y tabaco, pero aún así pudo sentir una pizca de paz. Solo un poco aunque su corazón late por el miedo y temor.

-Lo siento, puedes dormir en mi cama- Levantó una mano para acariciarle el cabello y lo dejó libre para sentarse en un sofá cerca de las puertas del balcón para vigilar la entrada.
Encendió otro cigarrillo mirando la nieve caer.

Jimin caminó hasta la cama y se quedó en la orilla mirando el piso.
¿Sería capaz de dispararle a él? Cree que no lo dudaría, recostó la espalda en aquella gran cama y las sábanas huelen a él...
A su fragancia masculina y tabaco...

🩸RED MAFIA🩸~ YOONMIN.♡Where stories live. Discover now