Capítulo 23 Abriéndote mi Corazón

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CAPITULO 23 ABRIENDOTE MI CORAZÓN

Las chicas y yo nos metimos en el baño y me ayudaron a vestirme de nuevo con mi ropa.

— Gilipollas — murmuró Rosalie.

— No es por nada, Bella... pero tú no tenías muy buen gusto para los chicos por aquellas fechas — dijo Alice.

— Con los años se ha vuelto un creído de mierda insoportable... ugh, si hubiera tenido algo a mano se lo habría lanzado a la cabeza — dije mientras me ponía de nuevo mis zapatos.

— ¿Estás bien? — me preguntó al rubia.

— Sí... claro que si... Jacob Black llevaba demasiado tiempo enterrado en mis recuerdos... pero me jode su actitud de "soy la hostia". Me ha llamado sosa — dije indignada.

— Bueno...— Rose sonrió exactamente igual que Emmett cuando se le ocurría alguna trastada —. Siempre nos quedará la venganza...

— ¿Se te ha pasado algo por esa linda cabeza que tienes? — preguntó Alice dando saltitos.

— Puede, aunque tengo que madurar la idea... Venga, vamos con los chicos. Olvidémonos de este impresentable y disfrutemos de nuestro viaje.

Fui la primera en salir del baño y casi atropello a Edward en el camino. Estaba esperándonos fuera con cara de enfado.

— ¿Qué pasa? — le pregunté cuando me cogió de nuevo por la cintura y me apretó contra su cuerpo. Las chicas nos seguían.

— Nada... no me fío del musculitos — murmuró.

Afortunadamente no nos volvimos a encontrar con Jacob mientras salíamos de aquel antro. Agradecí salir a la calle y aspirar el aire fresco de la noche. Los chicos me miraban con un gesto indescifrable en el rostro. Rodé los ojos...

— Oh, vamos... ¿y esas caras?

— Ese imbécil...— murmuró Jasper —. Podría volver y estirarle de los pelos hasta que le volviera a crecer la coleta, ¿sabes? — no pude evitar sonreír.

— ¿Se te han quitado las ganas de fiesta? — me preguntó Rose. Asentí —. Podemos volver al hotel y...

— No — la corté — .Id vosotros y pasároslo bien. Estaré bien...

— Yo voy contigo — dijo Edward.

— No, ve con ellos. El hotel está a diez minutos de aquí...

— No, he dicho que voy contigo — suspiré —. No me voy a quedar tranquilo mientras tu caminas sola por la noche... y menos en estas calles.

— Está bien... ¿vamos?

Los chicos no estaban muy seguros de marcharse sin nosotros, pero al final conseguimos convencerles. Caminé al lado de Edward con mi chaqueta puesta. No es que me hubiera traumatizado ver de nuevo a Jacob. No sentía nada por él... al menos ningún sentimiento bueno. Me daba rabia porque me sentía estúpida por haber estado pillada por ese capullo. Todos cometemos errores... Mi forma de ser en la actualidad se la debía enteramente a él...

— ¿Tienes frío? — me preguntó Edward señalando mis brazos cruzados.

— No, estoy bien...— miré a lo lejos las fuentes del Bellagio —. ¿Te apetece dar un paseo? — sonrió de lado.

— Claro... ¿Me permite, señorita? — hizo lo mismo que había hecho minutos antes. Cogió mi mano y la enroscó en su brazo.

Volvimos a sumirnos en un silencio cómodo, observando las luces y la música dispersa. Las limusinas blancas pasaban sin cesar por la enorme calle y grupos de jóvenes y no tan jóvenes paseaban y reían por las calles. Nos paramos en frente del Hotel Bellagio; sus fuentes bailaban al son de una canción de Sinatra. La gente murmuraba extasiada el baile de luz y agua de las fuentes, un espectáculo totalmente increíble.

Mi profesora de Seducción (+18) FinalizadaWhere stories live. Discover now