Camila's POV
Desperté, pero no quería abrir los ojos.
Mierda.
Cómo me dolía la maldita cabeza.
Tenía tanta sed.
Ya había sentido esto antes.
Se llama resaca.
Intenté abrir los ojos, pero la luz de la ventana me cegó y al apretar mis párpados el dolor de cabeza se intensificó.
Intenté volver a abrir los ojos, esta vez cubriéndome ligeramente el rostro con la almohada, pero no reconocí lo que pude alcanzar a ver.
¿Dónde estaba?
¿Qué había pasado anoche?
Todo estaba confuso en mi mente.
Entonces cerré los ojos e intenté recordar.
[...]
Quería divertirme.
Sólo un poco antes de acostumbrarme a la vida trabajando en Los Ángeles.
Me había mudado a Miami dos semanas antes. Llevaba ya una trabajando pero aún no tenía amigos.
No tenía a nadie estando tan lejos de casa.
Me vestí bien.
Nada demasiado producido, pero sí provocador.
El pantalón de cuero y ceñido mi cuerpo le daba el toque.
Tenía el cabello suelto, en el trabajo no podía llevarlo así, era incómodo y me maquillé, apenas un poco para enfatizar algunos rasgos.
Sí, eso podía recordarlo.
Salía a un club, no muy lejos de casa. Había buscado en internet lugares cercanos para poder tomar un trago.
El día siguiente sería mi descanso así que no pasaría nada si tomaba un poco de más.
[...]
Sonreí.
Era una idiota.
Había tomado más que "un poco".
Me concentré de nuevo intentando recuperar las memorias.
Sentí un ardor en la boca y recordé una mordida.
Pasé el dedo por mi labio inferior y sentí un ligero ardor.
Era real.
"Carajo" murmuré.
Ya recordaba algo más.
[...]
Llegué al club.
Se veía bien, había poca luz, buena música y mucha gente.
Eso era lo único que necesitaba.
Quise una cerveza para empezar, algo refrescante y que me pusiera en el tono correcto para comenzar la noche.
El sabor amargo llegó a mis labios y lo disfruté tanto que no quise esperar a probar otro trago.
Levanté la botella y mi mirada siguió la misma dirección, entonces, mientras volvía a disfrutar del sabor del alcohol, vi a lo lejos otro sabor que quería probar.
Silbé de impresión.
Que guapa se veía.
Caminé con la cerveza en mano evitando los sudorosos cuerpos que se movían al ritmo de la música.
