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Cómo cualquier noche de verano en Londres, no era tan sofocante cómo en otros lugares y eso era algo que les agradaba a la pareja. Que después de su encuentro con dios, los mano con un chasquido a la tierra pero no a donde pertenecían. Estaban dentro del Bentley, Aziraphale aun tenia a la bebe en sus brazos que estaba muy calmada. 

-Angel- dijo Crowley

-SÍ, querido- dijo el ángel, con la mirada fija en la carretera. 

-¿Qué acaba de pasar?- cuestiono quitándose los lentes para pensar mejor; tal vez. 

-No lo se pero...-sus ojos azules se clavaron en el bulto en sus manos, aquella bebe que hace minutos se convirtió en su hija. -Es nuestra hija- dijo con emoción, la niña que apenas tenía unos minutos de vida no pudo dedicarle una sonrisa a su padre pero sí abrió sus ojos, para revelar aquel color tan peculiar. 

-Tiene mis ojos Crowley- dijo con orgullo - y el color de tu cabello- dijo para besar la frente de su hija. -Tenla- dijo el ángel, Crowley sostuvo con cuidado a la niña. 

-Es hermosa...pero no creo que podamos- dijo el demonio sinceramente. 

-¿Por qué dices eso? Básicamente criaste al joven Warlock, tienes mucha más experiencia que yo- dijo el ángel acercándose a su pareja. -Además ser papá te sienta bien- dijo en un tono juguetón. 

-Ángel no es...al diablo.- y beso a Aziraphale. Pero la verdad volvió a la mente del demonio -Ella es nuestra tarea ángel...-dijo tristemente Crowley. 

-Y nuestra hija, no escuchaste lo que dijo el todopoderoso, fue creada a partir de nuestra esencia. Tarea o no, ella es nuestra hija.- Aziraphale se molesto por el comentario de su pareja, tomó a la niña en brazos y salió del auto.

-Ángel ¿A donde vas?- Crowley siguió a su ángel. 

-A casa, NUESTRA hija necesita ropa, comida y por si lo olvidaste acaba de nacer- dijo Aziraphale casi levantando la voz, el llanto de angel se hizo presente.

-Shhh ya mi ángel, paṕa no quiso asustarte- comenzó a mecer a la bebe para que se calamara. -Nos vemos Crowley- estaba muy enojado para entender que estaba a kilómetros de Soho o mejor dicho de Londres; estaba a las afueras.

Crowley no entendía la actitud del ángel sobre la bebé, dios dijo que no había seres más calificados que ellos y luego les da a una niña. Cómo si fuera poco, ambos sabían que era lo que deseaban; aparte de estar juntos. Y si la niña era una tarea, no tardaría mucho en aparecer alguno de los dos bandos con el único fin  de molestarlos. Pero Aziraphale tenía razón, su hija no vivió hasta que le pusieron nombre, era muy frágil y hermosa pero sobre todo era suya. 

-Tu ganas ángel, sube- dijo Crowley subiendose al auto. Aziraphale vio el auto cerca de él y aun así siguió caminando. 

-Mi amor por favor sube- pero su ángel siguio ignorandolo. 

-No deberías estar con ella afuera, hay muchos insectos que la pueden picar y aun no la hemos llevado al doctor- dijo el demonio logrando que su pareja se detuviera.

-Solo quiero que lo aceptes Crowley- dijo Aziraphale. 

-Puedo aceptar el hecho de que es nuestra hija. Pero también aceptó el hecho de que es una tarea y sabes lo que pasa con eso- dijo Crowley ya cansado de discutir. 

-Lo se, claro que lo se. Pero quiero ser aún más feliz en nuestro lado- dijo antes de comenzar a llorar el ángel. -Quiero que seamos felices- dijo y esta vez abrazo a la pequeña con delicadeza. Aziraphale sabía que las palabras de su demonio, eran verdad. No había duda de que la niña era una tarea pero ¿por que dios le daria una hija propia para después quitársela? No había respuesta, los planes de dios eran inefables en todo sentido o carecían de él. 

Crowley sentía cómo un nudo se le formaba en la garganta, salió del auto solo para poder ir a abrazar a su ángel o mejor dicho a sus ángeles. Odiaba ver sufrir a su pareja, odiaba el simple hecho de que cada vez que eran felices alguien o algo se los arruinaba. Para colmo él también quería lo que el ángel deseaba con todas sus fuerzas. Cómo si fuera por arte de magia o mejor dicho de dios, comenzó a llover con mucha fuerza, Crowley desplegó sus alas y cubrió a sus ángeles acto que sorprendió a Aziraphale que noto el brillo en los ojos de su pareja. 

-No puedo perderte- dijo el demonio siendo mojado por la lluvia, el angel le dedico una dulce sonrisa y lo cubrió con sus alas. 

-Ni yo a ti querido pero...-

-Nuestra hija- dijo Crowley acariciando la cabeza de la menor, chillo por las gotas frías que cayeron sobre su rostro. 

-Shh, perdón mi niña- dijo Crowley mientras miraba con ternura a su hija pero no se dio cuenta de que Aziraphale lo observaba con dulzura y se acercó para besar la mejilla de su pareja. 

-Mi lindo demonio, te amo- dijo Aziraphale antes de acercarse aún más a él, la camisa empapada por la lluvia mojo un poco el saco del peliblanco. 

-Yo también te amo, mi angel- dijo el demonio y beso delicadamente los labios de su pareja. Un fuerte trueno logro asustar a la bebe que esta vez comenzó a llorar cómo si su vida dependiera de ello. 

-Mejor entremos al Bentley y vayamos a casa- dijo Crowley acompañando  a Aziraphale hasta el auto. -Angel- llamo y Aziraphale noto preocupación en sus ojos. 

-No creo que vuelva a pasar- dijo acariciando a la pequeña e intentó que deje de llorar. Y entro al auto, encontrando una nota sobre el tablero. 

" -Comienzen una nueva vida junto con angel. Atentamente: Dios"- 

-¿Qué dice amor?- dijo Crowley encendiendo el auto. 

-Comienzen una nueva vida junto con angel, atentamente dios- leyó textualmente decía la nota. 

Los dos se quedaron pensando que podrían hacer, la nota no tan clara pero sí podía ser interpretada de tantas formas que era casi imposible.

-Entonces que así sea , una nueva vida. ¿Qué dices angel?- dijo el demonio con una sonrisa. 

-Eso suena agradable- dijo el ángel dedicando una sonrisa.

Un nuevo plan inefableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora