Capítulo 4

1K 50 2
                                    

—Oh, creerme tu pasaras el resto de tu vida aquí, acostúmbrate —sonreí con burla cuando la vi tensarse y mirar alrededor, —Y ella regreso a su hogar, de donde tú la sacaste — reclame golpeando la jaula haciéndola temblar.

Las sombras se movieron alrededor, gritando con tanta fuerza que Wendy tuvo que cubrirse los oídos con fuerza mientras temblaba, me aleje de ella, no soportaba tenerla cerca, la escuche llamarme pidiendo que la sacara de ahí con desesperación y mi sonrisa y mi satisfacción no podrían ser mayores, antes de irme la mire con una sonrisa.

— Bienvenida de nuevo, espero que tu estadía sea agradable — en cuando salir del lugar las sombras gritaron con fuerza y sus gritos las acompañaron, mi sombra seria quien le traería su porción de comida y agua.









Narra _______...

Abrí levemente mis ojos tratando de acostumbrarme a la luz, cuando la conseguí me senté tan deprisa en la cama donde me encontraba mirando alrededor con un leve mareo por el rápido movimiento.

Era una habitación sencilla, un tocador en un extremo de la habitación y de otro lado del cuarto un enorme ropero que gracias a una puerta que se encontraba entre abierta podía ver claramente que estaba lleno de ropas de color verde y marrón, a los costados de la cama dos mesitas de noche reposaban con algunas botellas con un líquido desconocido y a los pies de esta se encontraba un baúl algo grande.

Me levente de la cama y gire sobre mi eje por un par de veces tratando de reconocer el lugar donde me encontraba, sostuve mi cabeza tratando de recordar cómo demonios llegue aquí, pero solo recordaba estar en casa de la tía Regina con mi familia y después a un chico de ojos esmeraldas pasando su mano por mi cara después de eso todo era oscuridad.

Un hechizo de sueño, lo conocía por mi tío Rumpel, entonces ese chico desconocido me durmió y me trajo hasta…este lugar por alguna razón que desconozco, mire de nuevo todo a mi alrededor, y por alguna razón todo me resultaba familiar sentía que ya había estado aquí, pero esa sensación me parecía tan lejana.

Escuche pasos detrás de la puerta y entre en pánico, busque con la mirada algo que pudiera ayudarme a defenderme y lo único que encontré fue un palo que sobre salía debajo de la cama, cuando lo tuve en mis manos me coloque detrás de la puerta cuando esta se empezó abrir.

Trate de normalizar mi respiración cuando el mismo chico alto con la extraña capa entro al cuarto, miro alrededor y al no encontrarme dio la vuelta dispuesto a salir por la puerta a buscarme, pero estrelle con fuerza mi palo en su cabeza mandándolo de espaldas al suelo y creo que por error lo mate.

Pero antes de poder comprobarlo, una voz y pasos se escucharon venir en mi dirección y antes de poder esconderme otra vez el mismo joven de ojos verdes entro por la puerta, pero se detuvo mirando al posible muerto en el suelo y después a mí, que sostuve con fuerza mi arma.

—¿Lo golpeaste con un palo? —a pesar de mis nervios su pregunta me parecía bastante tonta, —No es necesario, puedes bajar tu arma —aseguro alzando las manos y dando un paso en mi dirección.

—¿Por qué me trajiste aquí?, ¿Qué buscas de mí?, ¿Por qué siento que te conozco? — pregunté tan rápido que en verdad me sorprendí por no tartamudear en el proceso.

—Bien te parece si te calmas un poco — sugirió mirando a su amigo en el suelo, —Te responderé tus dudas — finalizo invitándome a sentarme en la cama.

Cuando lo pensé por un momento, me digne a aceptar su idea, de cualquier modo, de nada me serviría tratar de escapar, le tiene magia y yo solo sé que golpearlo entre las piernas no me ayudaría de mucho.

— Bien, primero: estas en Nunca Jamás, segundo: si piensas que busco algo de ti bórralo de tu mente, solo busco que recuerdes, y tercero… no puedo responderte por el momento, pero confió en que unos días aquí tu sola lo averigües — sonrió como si su respuesta me hubiera ayudado en algo.

Cuando estaba por exigir respuestas concretas el quejido del que yo pensé era un muerto se escuchó y ambos lo vimos ponerse de pie con la mano en su cabeza, tome mi poderosa arma y me prepare para defenderme de nuevo.

— Carajo, ¿Qué fue lo que me golpeo? —sus ojos parpadearon tratando de enfocar su vista, y la centro en el chico a mi lado.

— Fuiste atacado por una chica asustada con un palo —era clara la burla en la voz del joven que estaba a mi lado, el desconocido me miro por unos instantes y después de enderezarse por completo me señalo.

—Tu no pierdes la costumbre de golpear a la gente, ¿Verdad, ________? —mis ojos se abrieron con sorpresa, no recordaba haberles dicho mi nombre.

— ¿Cómo sabes mi nombre? —pregunto amenazándolo con mi palo de nuevo, pero el chico a mi lado me detuvo poniendo su mano en él.

— A pesar de que es divertido, dejemos de golpear a Félix por un rato — el tipo se quejó por la burla de su amigo.

—¿Félix? —pregunte más para mí que para ellos, el nombre me resultaba muy familiar, pero ninguno de mis amigos se llama de ese modo, todo esto en verdad era extraño.

Todo me era familiar, el lugar la habitación, ellos y estaba segura que si salía de aquí todo me seria conocido, un malestar en mi cabeza me golpeo de repente obligándome a dar varios pasos atrás.

Imágenes borraras de una isla, una laguna, un campamento pasaban con rapidez por mi mente, sin notarlo choche con la pared y sentí mis pernas débiles, pero antes de tocar el suelo sentí unos fuertes brazos sostenerme, cuando el mareo se fue mire los ojos preocupados de ambos chicos puestos en mí.

—¿Por qué siento todo tan familiar? — apenas reconocí mi voz, ambos me sentaron de nuevo en la cama y puse mi cabeza sobre mis piernas, — ¿Quiénes son ustedes? — esperé respuestas aun en mi posición.

Un silencio bastante duradero se instaló en el cuarto, algo me escondían lo sabía, pero también sabía que ninguno me daría respuestas concretas, apenas de que el chico de quien aun desconocía el nombre había dicho que yo debía recordar por mi cuenta, pero… ¿Qué era lo que tenía que recordad con exactitud?

—Te diré que —mire a los dos cuando llamaron mi atención, — Salimos de aquí, vez el lugar y después respondemos tus dudas — los mire esperando que no lo dijeran enserio.

— ¿Cómo sé que no me harán algo raro? — pregunto buscando con mi mano mi única arma.

Compartieron unas miradas por un momento, pero algo en mi me decía que no debía preocuparme, era extraño en verdad, no sé dónde estoy ni quiénes son estos chicos bien podría estar en manos de asesinos no entendía por qué estaba tan tranquila ni por qué no me daba un ataque de pánico.

Algo me decía que los conocía, pero no recuerdo haberlos visto en mi antigua cuidad, ni en el pueblo, claro que mi estadía ahí fue más corta que mi estatura, después de un rato de pensarlo acepte con la idea que posiblemente podría encontrar la forma de salir de aquí.

La Niña Traviesa de Peter PanWhere stories live. Discover now