Aemond Targaryen

4.6K 423 8
                                    

Los maestres mentirían en sus libros sí dijesen que Aemond Targaryen alguna vez dejó de buscar venganza por su ojo, el cual su sobrino, Lucerys Velaryon le había quitado.

Su hermana mayor, Rhaenyra había dado a luz a cinco hijos, Jacaerys, Lucerys, Joffrey y Aenena Velaryon, los primeros tres juraría que eran bastardos, mientras que Aenena era una verdadera Velaryon, aquello nadie podía negarlo, seguidos de Aegon III y Viserys II.

Su odio por Lucerys no era normal, también odiaba a Aenena por haber defendido a Lucerys y haberlo golpeado antes de que le quitarán el ojo.

En conclusión los odiaba, y esa noche, la única hija y niña de los ojos de Rhaenyra y de todos, saldaría la deuda de Lucerys.

—¿Qué crees qué haces? —gruñó Aenena mirando el cuerpo del mayor entrar. —lárgate.

—No me iré hasta obtener lo que quiero. —declaró cerrando la puerta detrás de él. —no intentes gritar, he enviado a tu Caballero a dar un pequeño recorrido por el Castillo.

—No necesito a mi Caballero.

—Hmmm, vas a pagar una deuda.

—Adivino, mañana todos me verán sin un ojo. —rió sin gracia cerrando su enorme libro. —¿Qué haces?

—Shh. —susurró metiendo sus manos debajo del camisón de la menor. —te gustará tanto como a mí.

—Suéltame. —jadeó arqueando su espalda, Aemond había tocado un punto débil que había enviado descargas eléctricas por todo su cuerpo.

Aemond sonrió mirando como Rhaenyra había privado a Aenera de los placeres sexuales.

Él sería el primero, con la inocencia de la menor, saldaría la deuda de su ojo.

—Nos divertiremos. —declaró quitando por completo el camisón de la morena.

[***]

—¿Cariño?

—¿Sí?

—¿Podemos hablar?

—Claro, dime. —musitó cerrando su enorme libro.

—Verás... he notado que tu sangrado no ha llegado. ¿Sucede algo? ¿Algo qué quieras contarme?

La sonrisa de Aenera se desvaneció un poco al recordar la noche que había pasado con Aemond, convenciéndose que lo hacía por su hermano mayor.

—¿Hija?

—Tuve relaciones con Aemond.

—¿Cuándo?

—Tuvo que haberme bajado hace una luna. —dijo sin poder mirar los ojos de su madre, sentía repulsión al haberla decepcionado. —saldé la deuda de Luke.

—Una deuda que no te tocaba. —Rhaenyra habló. —no era tu deber saldar una deuda que no es tuya.

—Te he decepcionado y lo...

—No me has decepcionado, nadie tomaría una deuda ajena como suya, además no es tu culpa, el ceder ante el deseo carnal es muy normal en los Targaryen, tenemos que hablar con los maestres.

—¿Bromeas? Lo tomarán como bastardo.

—Cariño, hará oídos sordos, ustedes son Targaryen y eso es todo lo que importa, tu hijo será un Targaryen legítimo.

—¿De qué hijo hablan?

—Daemon. —Rhaenyra se acercó a su esposo. —¿Cuánto escuchaste?

—Lo suficiente para saber quien será alimento de Caraxes.

HOTD OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora