17.-Precoz

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—📚Club Cerebro💡—

—Joonie, por favor hazme tuyo

Susurró contra sus labios volviendo a dar pequeños chupetones en los gruesos belfos de su moreno a la vez que con las manos en los hombros apretando la carne tratando de sobrellevar su exitación desbordante que se vuelve insoportable con cada roce entre sus cuerpos, que calienta la habitación volviéndose asfixiante y la única manera de respirar es a través del aliento caliente y pesado del contrario.

Las manos grandes y pesadas, acarician con timidez la cintura desnuda del hermoso ángel sobre él, sus labios son torpes y apenas si pueden seguir el ritmo apresurado del castaño quien decide explorar la gran espalda de su novio, los besos no son bruscos, pero si largos y llenos de pasión. Es inevitable hundirse en el delicioso sabor de su saliva, y mientras sus mentes nadan en serotonina pura sus partes bajas cada vez más tensas, exigen salir de la estorbosa ropa, y con los instintos apoderándose de ambos, SeokJin no se tardó ni dos segundos en llevar sus manos a la bragueta del pantalón del más alto para empezar a desabrochar, a la par que se alejaba lentamente de los labios de su novio para pasar enseguida a su cuello y empezar de inmediato a besar, chupar y lamer dejando uno que otra pequeña mancha rojiza para después ir bajando por su pecho.

Kim Namjoon solo podía mirar el techo perdido en todas las sensaciones que su experimentado novio le hacía sentir, la suavidad de sus labios sobre su abdomen sus manos delicadas acariciando su pelvis casi rozando su intimidad, le explotaba la cabeza, en toda su vida jamás creyó que lograría vivir  tales sensaciones, sus manos solamente podían aferrarse a las blancas sabanas, un pequeño mordisco muy muy cerca de su pene, le hizo soltar un sonoro gemido, su mandíbula se tenso a un más en cuanto sintió como su sexy novio comenzaba a bajar lentamente sus pantalones hasta tocar el piso.

—Eres tan malo Joonie— reprochó junto a un puchero, haciendo que el mencionado lo mirará con confusión, a lo que SeokJin volvió a ubicarse encima de él, abriendo sus piernas y acercado su rostro lentamente mientras que con una de sus manos acaricia superficial mente el miembro erecto de su osito—¿Cómo te atreves a negarme lo? ¿Ah?

Su mano se detuvo y con una leve presion hizo a su novio gemir y para el castaño fue exquisito oír su grave voz,  lentamente fue acercándose a sus labios nuevamente para susurrar;

—Mmm~ estás tan ansioso como yo— Namjoon volvió a gemir en cuanto sintió la mano de SeokJin dentro de su boxer.

—J-jin—sus ojos estaban perdidos en la mirada laciva del castaño quien no le quitaba los ojos de encima.

Unas cuantas caricias y fue suficiente para que el pre semen de Namjoon comenzará a brotar, y SeokJin no lo desperdicio en la más mínimo, con su pulgar comenzó esparcirlo por toda la punta para después llevarlo por toda la extensión de su chico, y cuando creyó que era suficiente llevo sus dedos llenos de líquido preseminal a sus labios para empezar a lamer ante la mirada atónita y exitada de su novio quien trago pesado, admirando la erótica escena frente a sus ojos, y Namjoon se encontraba en un trace fascinado con la forma en la SeokJin chupaba sus dedos, con tanta dedicación y lujuria que él solo podía babear receloso de esos dedos que estaban recibiendo tanta atención de esos labios regordetes, la saliva cayó al lechoso pecho del castaño, y dejándose llevar Namjoon llevo sus labios a esa zona, muy cercar del pezón rosadito de su chico.

SeokJin gimió gustoso y llevo su otra mano a los cabellos del moreno para guiarlo hacia sus pequeñas tetas, dónde Namjoon lamió sin pudor alguno  aferrándose a las caderas del más bajo y sin querer  haciendo bajar los pantalones de su novio dejado ver el inicio de sus nalgas, a lo que el castaño tomo las manos de su novio llamando su atención, quien aún con el pezón en sus labios lo miro desde abajo, SeokJin junto a su manos, comenzó a bajar sus pantalones al igual que sus boxer quedado completamente desnudo y con la mirada perdida de su osito en su cuerpo aprovecho para también arrancar su ropa interior y votar las prendas al suelo dónde fueron olvidadas.

Club Cerebro | NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora