MI SIRVIENTE MÁS FIEL || T.R. || YAOI || SANZUXOC ||

₱ •VIII• ₱

Se les advierte que lean si estqs seguro, no quiero que tengan traumas. Aunque es muy obvio que no haran caso y leeran de todos modos.

Están advertidos.

Narra Apolo

No se en que estado estare, ¿en vegetal o humano? Yo digo animal... Pero solo existen el animal y vegetal, entonces soy un animal... Espero y mi bestia sea un gorrión.

— chiqui chiqui bam bam, chiqui chiqui bam bam!

— Amor, ya llegue. — dijo Sanzu desde la puerta. Cada que una reunión se acabada en la Toman, el iba a la casa de Apolo a dormir, ya casi era como su casa. Esta reunión, esta vez solo incluía a los capitanes, sud-capitanes y mas altos mandos.

— corrección, no soy tu amor. Soy tu sol, tu luna, su amo, tu rey, tu DIOS. Nada de amor, tu Dios. — le corrigió Apolo a Sanzu.

—...— Haruchiyo no dijo nada y se acerco a él, lo abrazo de la cintura acercandolo hasta su pecho.

— Oye, ni se te ocurra. — Lo miro desafiante.

— Si. — No le hizo caso y lo cargo en su hombro. Fue directo hacia la habitación de arriba, cerro la puerta con llave y puso con cuidado al joven ojo esmeralda en la cama antes de hacerlo un desastre.

—...— Apolo ya había entendido la situación en la cual esta, y en serio que todo su rostro estaba rojo de vergüenza. — Sa-Sanzu...

Se quedo callado cuando vio que el peli blanco se quito la camisa de Toman, junto a su barbijo, se amarró el cabello en una coleta con una liga. Mientras que él solo tenia su buzo con su polera, los cuales usa como pijama.

— esta noche...Eres mío~

Sin esperar más lo empezó a besar. Ninguno de los dos era virgen, ya no. Aunque solo uno de ellos sabe que ninguno en virgen.

Ambos ya se habían acostado con mujeres de prostíbulos.

Por fin...

Seremos uno...

Mi bello Apolo...

Todo tu ser ya es mío...

Solo mío...

Sanzu seguía besando a su chico, quiere probar más de él, mordió su labio inferior, lo que hizo dar paso a su lengua explorar el interior de la boca del pelimorado.

Solo pasando unos segundos mas fue cuando el beso se detuvo, ambos se separaron para tomar aire. Pero obviamente esto no acaba para Haruchiyo. Esto recién esta empezando.

Apolo lo sabia, sabia que esto seria el fin para su cuerpo, pero también un gran placer. Por como iba el inicio, no puede imaginarse como seria despues.

— Te hare gritar mi nombre, suplicando por más, mi rey. « Un caballero, haciendo suplicar a su monarca por más, y este caballero, esta dispuesto a cumplirlo.» Lo llevare a las nubes mi rey, hare que olvide hasta su nombre, y solo mencione el mio~.

Lo que paso en esa habitación se quedo en esas cuatro paredes, en esa casa. La luz de esa habitación era una tenue, no daba a sombras en el cuartos para que los de afuera no lo vean, pero si era alumbrado por la luz lunar, quien es su confidente de lo que paso en esa habitación.

Con todas las cosas de esa habitación en el piso, las sabanas todas arrugadas, con ropas votadas por doquier. Y unos dos jovenes como si fueran animales salvajes en la cama, con esta rechinando por cada movimiento que uno de ellos daba. El choque entre pieles, tan rapida que se confundían con aplausos vigorosos. Unas respiraciones tan agitadas, como haber corrido toda una maratón de 50 Km. Mostrandose en cada uno de esos cuerpos sudorosos unas marcas rojizas recién hechas. Uno de ellos con arañazos en su espalda, y el otro con mordidas en todo su cuello y hombros, además de demasiados chupetones.

Ya casi serian las 4:30 a.m. pero uno de ellos aun tenia energías, y no iba dejar dormir al otro.

— San...Sanzu... Ya, detente... Por-Por favor... — Suplicó. Apolo ya estaba bastante agotado, el era quien ya no tenia más aguante. Todo su cuerpo le dolía. Mas sus hombros y sus caderas, además de su interior que era lo que más le andaba doliendo, pero al otro al parecer eso no le importaba.

— Solo esta más... — le empezó acariciar el rostro con una de su manos, su coleta que antiguamente se habia hecho ya no estaba. — Es la última, aguanta un poco mas~

— Haru... Yo-. — No término de hablar, Sanzu lo habia vuelto a atacar con un beso, tal y como las otras veces que le dijo que ya no podía y el otro solo le decía que era la última.

— La ultima, lo prometo~ «por ahora» .— Apolo solo acepto. Lo prometia, no hay problema en eso.

En uno de esos momentos vio la ventana, el sol empezaba a salir, se notaba el cielo un poco de tonos naranjas. Mas no pudo seguir apreciendolo cuando sintió que lo mordían de nuevo.

Soltó un gemido, gran parte de dolor, ya que la lujuria se estaba acabando.

— Es la ultima ronda, solo un poco mas~ — Le susurro Sanzu en el oído. Esa voz tan ronca, que se pregunta como es que puede seguir asi, despues de horas de sexo.

Y así siguió su madrugada, si así son de novios que llevan solo dos meses, como sera cuando tengan mas tiempo, o esten casados. No quiere imaginarse como sera la luna de miel. Y conociendo a Sanzu, que este siempre tiene una mirada de una persona en abstinencia frente de él. Ya se asusto.

Con Sanzu era otra cosa. Todo el cuerpo de Apolo es tan atractivo, tan sensual. Todo de el es tan hermoso, hasta maldito, un pecado. No era musculoso, pero si se le notaba un poco de musculo. Ahora, todo ese hermoso cuerpo es suyo, toco cada parte, sin dejar ningún lugar sin acariciar. Penetro todo su ser, llego hasta más fondo, exploro su cavidad bucal, probo su semilla, todo en él es delicioso. Puede decirse que es un loco, obsesionado, pervertido, pero solo lo es con él, Apolo.

Ama todo de su novio, pronto su esposo, solo unos años mas, y compartirá hasta su apellido.

Ya pasada la hora que eran las 05:43, esa ronda la hizo la más larga y más placentera para su hermoso novio.

— Sanzu... — el chico de cicatrices lo miro mientras tapada con las mantas/frazadas/sabanas a ambos. — Te amo~, nunca te dejaré.

—...Yo igual te amo, jamás te abandonaré, porque tu eres mío ~

Con eso último dicho al chico, que no pudo escucharlo al haberse quedado dormido. Suerte y despues de unas horas no sufra tantos dolores, aunque eso sea imposible.