XVIII. En San Valentín, ¿quieres comenzar a escribir una novela romántica?

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Por JJCampagnuolo

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Por JJCampagnuolo

La novela romántica es un tipo de literatura cuyas historias están centradas en el crecimiento de la relación sentimental de una pareja. Los hechos que surgen son para generar y acrecentar esa relación.

Si deseas escribir una historia romántica debes tener en cuenta los siguientes consejos:

1. ELIGE EL MOMENTO DEL INICIO DE LA RELACIÓN. Puede ser que los personajes recién se conozcan, llegando a experimentar una fuerte atracción entre ellos, o se conocen desde hace mucho, pero ahora es que sienten interés el uno por el otro. Tal vez llevan tiempo agobiados por un sentimiento romántico, pero nunca habían hecho algo por estar juntos o por demostrar sus sentimientos. El caso es que debes decidir la forma en que iniciarás tu historia, estableciendo la "etapa romántica" en que se encuentre la pareja.

No es obligatorio que ese momento esté al inicio de la novela, puede haber un previo largo antes donde describas el proceso en que los personajes se conocen y comparten hasta llegar a enamorarse. Como por ejemplo: Forastera de Diana Gabaldon, cuyos protagonistas se enamoran luego de atravesar juntos infinidad de inconvenientes.

2. DALE TIEMPO A LA RELACIÓN PARA QUE LOS PERSONAJES SE CONOZCAN Y COMPARTAN. Puede existir una fuerte atracción o necesidad física apenas se vean, pero los sentimientos verdaderos van naciendo a medida que la exploración se va profundizando y encuentras cosas interesantes y atrayentes en el otro. Como por ejemplo: su forma de pensar o actuar, sus ideales y valores, sus gestos delicados y apasionados, etc.

Genera encuentros que los lleven a compartir tiempo juntos, lo quieran ellos o no, a la vez que se relacionan con otros.

3. NO TE ENFOQUES SOLO EN LA ATRACCIÓN FÍSICA. El romance se vive a través de las emociones. Búscales a los personajes puntos en común, pero también, esos detallen que podrían separarlos y ellos deben aprender a controlar. No existen parejas perfectas, que les guste lo mismo o estén siempre de acuerdo en todo. En las peleas también puedes hallar romance.

Los lectores de romántica disfrutan mucho con esas parejas que parecen muy diferentes al inicio, pero al final se dan cuenta que son bastan iguales a pesar de tener personalidades dispares y pueden convivir el uno con el otro sin llegar a matarse.

4. DESARROLLA MOMENTOS DE INTIMIDAD. Con esto no me refiero al sexo, sino a ese compartir romántico entre los personajes. Si tu tipo de historia no aborda momentos pasionales puedes lograr intimidad con conversaciones cercanas, muy personales, con besos, caricias y abrazos sentidos, con escenas donde compartan penas o alegrías de forma muy íntima.

Puedes desarrollar momentos íntimos entre los personajes, incluso, cuando están rodeados por muchas personas. A través de miradas y gestos donde compartan emociones y secretos que solo ellos son capaces de comprender.

5. VISLUMBRA EL FUTURO DE LA RELACIÓN. La novela romántica es un tipo de literatura optimista, cuya columna vertebral son las emociones. Como ya te dije, explora el desarrollo de una relación de pareja y al final lo que se busca es que esta gane por encima de los villanos existentes. Con esto no te digo que el único final visible sea que la pareja se case o termine viviendo junta, sino que logre una madurez en sus sentimientos y emociones.

Que los personajes ya no sientan miedo, asco o inquietud por compartir su vida con otros, porque piensan que estos los limitan, bloquean o debilitan, o porque otros se los impida, sino que aprenden a seguir creciendo junto a esa persona que los hace sentir bien, felices y satisfechos.

¿Qué pasará después? ¿La rutina los agobiará y terminarán separados? ¿Llega otra persona que les atrae aún más? ¿Uno de ellos muere? ¿O alguno decide abandonar al otro para seguir su sueño? Eso ya es material para otra novela, recuerda que no estamos escribiendo una historia autobiográfica o algo por el estilo, sino narrando el momento en que surge y crece el amor más intenso entre los personajes.

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