capítulo 1; la cachorra

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Narrador

Era una noche hermosa y estrellada, la luna en estado creciente iluminaba solo lo necesario, los animales dormían en su mayoría, toods descanzando con sus manadas o familias.

Solo una chita solitaria se encontraba totalmente despierta y feliz limpiando a su cachorra, una pequeña chita de apenas días de nacida que ni siquiera a pronunciado palabra a su madre. Estaba feliz, el ciclo de la vida le había dado un hermoso obsequio, pero la felicidad nunca dura lo suficiente.

Mucho menos para una chita.

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Una leona de pelaje casi color carne aún se quedaba admirando un árbol, la nostalgia y el dolor recorrían sus ojos verde oliva.

Se negaba a volver con las leonas, no se sentía capaz de dar la cara y volver.

El rey de la manada con dolor por ver a la hembra así, la llamó mientras se acercaba a paso calmado - Akila. - este se sentó junto a la hembra que ya llevaba dos días sin dormir o comer. - tambien nos duele tu perdida, pero el ciclo de la vida debe continuar. Tú debes continuar. - le dijo a la leona que tanto apreciaba.

- ¿de qué vale continuar, magestad? - dijo esta con respeto desdichada por como la vida estaba siendo cruel con ella - continuar no me devolverá a mis cachorros. -

Simba tragó hondo. No quería que el dolor de la leona lo afectará, vino a ayudarla a entrar en razón no a ser consumido por el mismo dolor. No quería perderla.

- no lo hará, pero continuar es lo mínimo que puedes haceñr en la memoria de los que se fueron antes que nosotros. - el macho de extensa melena se puso en pie y dijo. - caminemos. Te lo pido no solo como amigo, también como tú rey. - dijo produciendo que la leona suspira resignada a caminar junto a su líder.

El camino era guiado por Simba, quien trataba de no ir muy rápido, sino al paso suficiente para distraerla y conversar.

- te acuerdas cuando de cachorros nos escapábamos por las noches. - dijo el maho sonriendo.

- y recuerdo que el antiguo rey te castigó por 10 días. - le recordó la hembra.

- eso fue porque no dije que tú y Nala estaban conmigo. - excusó - un rey no entrega a su pueblo. - dijo este para intentar sacarle una sonrisa a la leona, pero esto no funcionó.

Justo cuando el rey estaba a punto de darse por vencido, escuchó un chillido. La leona tan sumergida en su dolor no podía percatarse de aquello, hasta que su igual dijo. - oyes eso? -

El león corrió hacia el ruido siendo seguido por la leona, a medida que daba más pasos, el llanto de un cachorro se distinguía. Al llegar a un árbol con  tronco hueco y raíces entrelazadas entre ellas, pudo distinguir a una cachorra oculta entre esas mismas raíces.

- es un chachorro? - dijo la leona extrañada de ver a una criatura tan pequeña atrapada entre las raices.

- una cachorra. - especificó el león mientras se acercaba a la felina para intentar sacarla del lugar. Tuvo que romper algunas raíces hasta que al fin tomó a la pequeña chita del pelaje y la colocó en el suelo.

La leona con instinto maternal intentó consolarla mientras el león miraba a todos lados tratando de ver dónde estaba la madre de la cachorra.

Pero al llevar su vista a la pequeña nuevamente recordó algo; es una cachorra de chita. Es muy pequeña pero los chitas suelen descudiar a sus crías a una edad temprana.

Se alejó unos pasos y al no ver a algún felino cercano, confirmó sus sospechas; fue abandonada, ya sea porque la madre no podía cuidarla o simplemente quería deshacerse de ella.

Suspiró triste de lo cruel que podía ser el ciclo de la vida con algunos animales. Dio media vuelta para regresar con la leona y darle la noticia, pero se detuvo al estar a cierta distancia, la suficiente como para notar la gran sonrisa que tenía la leona, la cual tenía a la cachorra en su regazo mientras apasiguaba su llanto.

Simba arqueó su ceja sin creer del todo lo que veía, después de días de luto y pena, al fin la leona había vuelto a sonreír, al fin se veía algo de alegría en su mirada.

Al ver a su amiga así, no pudo evitar sonreír con alivio. Al fin Akila había olvidado por unos momentos sus cachorros.






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¡Hola a todos!

Si no me equivoco debo tener cerca de un año sin publicar ¡Disculpenme!

Pero ya regresé y con nueva historia. Quizás no tan emocionante como las anteriores, pero espero que les saque sonrisas y ternuras.

Espero que la disfruten, y se sumerjan en la historia tanto como yo lo hago cuando la escribo, y pueda expresar la correcta personalidad de los protagonistas (con un toque personal de su servidora).

Ojalá no los decepcione!

la guardia del león: travesura de felinosWhere stories live. Discover now