Existe una ley en algún lugar del mundo, que dice, que cuando una persona está totalmente enamorada de alguien, la otra persona por consecuencia y por el destino, también lo estará inevitablemente de ella.
Yeonjun es un alfa pura sangre totalmente e...
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Beomgyu no sabía dónde esconderse.
—Ummhm—escucho un carraspeó a su lado, lo hizo sentir incómodo.
No levanto su vista de la hoja frente a él, agarrando con más fuerza su lápiz, tratando de ignorar aquel problema.
—Beomgyu—susurro indecisa aquella voz, y suspiro, tratando de controlar sus estúpidas feromonas revoltosas.
—¿Qué pasa?— aún sin mirarlo le contestó.
Escucho un resoplido del otro lado.
—¿Cómo se supone que haremos el trabajo? Podemos empezar a dibujar un boceto de nuestras caras y...— Beomgyu no lo dejo terminar, porque negó con la cabeza mientras fruncía sus cejas en señal de desagrado.
—El maestro dijo que hiciéramos un autoretrado. No de manera tan literal. No somos realmente nuestra forma física, si lo hacemos tan vacío nos pondrán una calificación reprobatoria— aunque su tono de voz había mermado con incertidumbre al "reprender" la idea del alfa, su alfa. Logro decirlo mientras levantaba la mirada.
Yeonjun tenía el cabello despeinado, y una mueca en la cara que formaba una perfecta "O" con sorpresa. Luego solo le miro con una ceja alzada y la labios en una línea recta. No parecía enojado, pero tampoco feliz.
Solo lograrás hacerlo enojar. El ya nos rechazo, el nos rechazo. Solo haces que nos rechace más.
Se enojo con su gamma al sentirlo llorar en su pecho, tratando de castigarlo con un revoltijo desagradable.
—¿Entonces que sugieres Señor sabeloto?— su tono irónico le hizo arder con enojo.
—No te conozco. No sé nada de ti. Trata de averiguar quién eres para que puedas hacer tu retrato, yo haré exactamente lo mismo, mientras las clases avanzan estaremos evaluando que tan bien vamos, y cuando los tengamos listos los podremos conectar de una u otra forma. Y ya esta— estaba malhumorado, estaba malhumorado porque el destino lo siguiera odiando tanto como para ponerle con el tipo que literalmente le rechazó hace unas semanas. Estaba tratando de librarse de toda esa mierda.
—Ahg. Eres un presuntuoso—escuchaba el desagrado en su voz. Pero él estaba acostumbrado a desagradarle así que si. A la mierda.
—No lo soy. Solo te estoy dando las indicaciones que tanto pedías— le rodó los ojos intencionalmente. Era como si de repente el hecho de hacer enojar al alfa fuera una necesidad. Ya ni siquiera sentía miedo ante ello. No sabía que le pasaba a su naturaleza pero ya no se sentía como una amenaza.
—Claro que lo eres. Acabas de sugerir que soy un imbécil que no sabe quién es más allá de su físico— refunfuño mientras lo miraba fijamente. El fuego corriendo por sus iris.
A él jamás le importo quemarse. Estaba acostumbrado a las cosas dolorosas. Y podría aguantar la quemadura si también lograba hacer daño.
—Eso lo dijiste tú solito. No soy responsable de como te tomes las cosas así que ponte trabajar en vez de estar perdiendo el tiempo, ¿quieres?— volvió a mirar el papel frente a el con su corazón latiendole eufórico.
