Existe una ley en algún lugar del mundo, que dice, que cuando una persona está totalmente enamorada de alguien, la otra persona por consecuencia y por el destino, también lo estará inevitablemente de ella.
Yeonjun es un alfa pura sangre totalmente e...
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Ni siquiera sabía que estaba pasando cuando ya había reaccionado. Había estado perdido en su mente desde que Yeonjun se había ido con sus amigos, gracias al alcohol en su sistema, y su aburrimiento al esperar a Taehyun. En realidad solo estaba pensando en el alfa y en como se había despedido de él, incluso se veía algo enojado cuando su amigo se acercó a llenarlo de su olor. Y él no quería pensar en ello, porque era algo demasiado estúpido. Pero su gamma aullaba en su pecho de satisfacción.
Me notó. Se puso celoso. Tal vez hay oportunidad.
No, no la hay. Déjame en paz por Dios.
Con el dolor de cabeza matandole, hizo que agudizará sus sentidos, y lo escucho, al otro lado del lugar. La boca suelta de Yeonjun le iba a causar problemas. Lo sabía, lo sentía, lo presentía por el aire. Inmediatamente se tenso, sin saber exactamente qué hacer antes de que fuera tarde. ¿Lo tenía que detener o una mierda así?
Frustrado se quejo mientras la ansiedad de ir y ayudar le recorría de pies a cabeza. Pero es solo que no era su problema.
Nuestro alfa está en peligro. Necesitamos ayudarle.
No, no necesitamos.
Está corriendo peligro. Vamos. Por favor.
Hay un montón de alfas que parecen sacados de Banana Fish. Voy a morir con solo intentarlo.
No importan. Mi alfa corre peligro. Mi alfa. Mi alfa. Nuestro alfa.
Y cuando pudo vislumbrar el primer golpe que cayó a la cara de Yeonjun. No pudo controlar sus pies, ni sus manos agarrando una botella de vodka que había en la barra.
Y tampoco tomo conciencia total de si hasta que estaba respirando de manera acelerada en aquel coche afuera de la ciudad, con Yeonjun aferrandose a él y llenandolo de su aroma. Después de estamparle una botella a un alfa en la cabeza, que al perecer era peligroso. Y saber que probablemente estaba jodido. Aún así no pudo evitar sentirse totalmente bien al estar rodeado de dos fuertes brazos y ese olor a menta.
—Dios. Lo siento mucho Beomgyu— le había susurro al oído haciendo que se estremeciera. Y su cuerpo estaba tenso al rededor del suyo, pero no sé creía capaz de separarse.
Probablemente no era bueno, y sabía que no tenía que dejarse llevar por ello, no una vez más. Pero su gamma nunca había estado tan feliz. Su alfa por primera vez su vida los había protegido. Entonces Beomgyu recordo, que no tenía porque ser tan débil al respecto. La comodidad que le brindaba era buena pero era mejor conservar su auto preservación.
—Esta bien. Hubiera hecho eso por cualquiera— mumuro comenzando a separarse y procediendo a mirar al techo mentiras suspiraba. Aún estaba angustiado.
—Aún así gracias. No sé que mierda paso para que todo se saliera de control— se escuchaba cansado también.
—Estoy en problemas grandes. Estamos en problemas grandes ahora. Supongo— sí, aquello parecía una posibilidad brillante reparadora para el futuro.
