Será Nuestro Secreto

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Después de todo, las galletas sabían bien.

A Luzu no le gustan las galletas dulces. El azúcar le provocaba náuseas y tan solo la más mínima probada de algún chocolate era suficiente para echarse sal directamente en la lengua para sentirse mejor.

Pero esta vez, las galletas echas por los hermanos sabían bien.

El chocolate amargo iba bien con el gusto de Luzu. Aún no le gusta del todo el chocolate pero se podía acostumbrarse muy bien a ese sabor.

Sentado en el sofá de la sala a obscuras , siendo la habitación iluminada solo por la televisión encendía en algún programa de variedades, nuestro castaño se debatía si comer o no las últimas galletas en el botecito.

Pero ahora una situación tan banal le era difícil con su situación actual. En otro momento le hubiera sido fácil decir, pero este no era cualquier momento.

La noche caía y, como era costumbre, Luzu no podía dejar de pensar.

Luzu no no era tonto, estaba consiente de que si se volvía a cruzar con esa sonrisa hermosa, volvería a tener a Quackity metido en sus pensamientos. Lo admitía, tenía una debilidad por las sonrisas dulces, en especial si viene acompañada por una personalidad dulce y coqueta.

Pero definitivamente no sabía que pensar después de esa misteriosa frase  "conocernos mejor".  Nunca habría imaginado que el otro mostrará interés en él.

¿Por qué diría algo así? ¿Era algun tipo de señal de interés? ¿Su mente le estaba jugando una broma?

Sin darse cuenta ya se había llevado dos galletas mas a la boca de una sola vez listo para llevarse una tercera.

Al percibir su descontrol comenzó a masticar de forma mas tranquila lo que tenía en la boca, dejando la tercera galleta de nuevo.

Cuando desvío la mirada de la televisión, noto que Muerte, quien desde que había llegado a casa se había echando a lado de su nuevo dueño, lo veía con curiosidad. Luzu soltó un risa antes de alejar el note lo mas que pudiera de su alcanze.

— Fueron las últimas, lo prometo —. Luzu se puso de pie de un solo impulso. Le dio una cara al lomo del pequeño gato comprobando que todo estuviese bien.

Optó por no guardar el bote, pues si lo guardaba en la alacena terminaría por olvidarlo y no quería algo en su casa que le recordara a Titi y a su hermano estúpidamente apuesto.

(...)

Toda la noche fue un reto para él. Le fue difícil conciliar el sueño, pues aquella frase tan ambigua para la mente de Luzu lo tenía bastante intrigado. Nuevamente, una noche sin poder dormir por culpa de un desconocido pero que aún asi le provocaba cierto interés.

Pues esta estaba lejos de ser la primera vez en que su vida se veía atormentada por alguien atractivo. Luzu no era tan frio como aparenteba, de echo era bastante cálido, sentímentalmente hablando.

Era ese tipo de personas que se enamoraba de nueva en cada esquina; apenas había experimentado unas cuantas veces las famosas mariposas en el estómago... Y aún asi se trataba de sentimientos pasajeros y de distintas intensidades.

La por parte era aie podía sufrir laa consecuencias de idealizar  a Quackity como alguien perfecto. No lo conocía, mas alla de su buena apariencia, lo único que sabía era que tenía un hermano.

Luzu realmente pensó en tocar la puerta de Titi a las 6:00 am. Incluso llevaba el pequeño bote en sus manos y estaba frente a la colorida puerta.

Pero, no tuvo el valor de hacerlo.

Titi me preguntóWhere stories live. Discover now