Aceptación.

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 Luzu detuvo su movimiento de manera inmediata al notar que su mano derecha se desplazaba en dirección al azabache. Careció del tiempo necesario para tratar de comprender lo que estaba sucediendo y solo pudo reaccionar cuando se encontró demasiado cerca de Quackity.

Quackity, por su parte, actuó con rapidez y colocó su mano derecha en el centro de las costillas de Luzu, levantando su mano izquierda para tomar la diestra de Luzu y lograr una postura perfecta en el vals.

A pesar de que el vals requiere una separación leve entre los bailarines, Luzu consideraba que la distancia entre ellos era demasiado reducida.

Con una leve expresión de alarma, susurró: — ¿Qué pretendes hacer?

— ¡Les mostraré a través de la demostración! Así podrán observar la postura adecuada con sus propios ojos —. Exclamó con entusiasmo.

Luzu intentó argumentar que los espejos estaban ahí precisamente para que los estudiantes pudieran verse y no era necesario hacer una demostración, pero fue interrumpido por un movimiento rápido de Quackity, quien comenzó a guiar el baile.

Con una sonrisa en su rostro, Quackity ignoró al hombre y animó a los alumnos —No es complicado, solo tienen que seguir el ritmo

Luzu, avergonzado, optó por guardar silencio mientras sentía cómo el calor subía por sus mejillas y ojeras mientras era dirigido durante unos breves pasos de un lado a otro. La experiencia duró apenas unos segundos.

Durante los breves segundos que bailaron juntos, Luzu se sintió atraído por el hermoso rostro de Quackity, quien no dejaba de mirarlo intensamente. A pesar de querer desviar la mirada, se sentía hipnotizado por su presencia.

Luzu imaginó que si estuvieran solos no sería capaz de reprimir sus ganas de besar a Quackity, especialmente cuando este último se acercó a su oído al final del baile.

— Eso, Lusu, soy yo probando que puedo bailar.

Cuando Quackity le habló, Luzu se sintió incapaz de responder, limitándose a dejarse guiar por el otro y a aguantar la respiración para no quedar embriagado por su fragancia. No tenía derecho a responder ni a pensar en una respuesta en ese momento.

Luzu quedó inmóvil mientras observaba a Quacks levantar los brazos de la pareja y explicar la importancia de mantener la columna vertebral lo más recta posible. Con un suspiro, volvió a tomar movimiento, corrigió su postura y se miró a sí mismo en uno de los espejos.

Se dio cuenta de que tenía que superarlo y no permitirse verse afectado por la presencia de Quackity. Con esa idea en mente, decidió ignorar a su vecino y enfocarse en ayudar a otra pareja con dificultades.

El problema era que Quackity siempre estaba cerca, riendo en voz alta mientras dirigía o simplemente contando los pasos. Era una situación complicada de ignorar.

(...)

Cuando la clase de 50 minutos, que parecía durar una eternidad, llegó a su fin, Luzu vio su oportunidad de escapar mientras los demás se distraían ordenando sus cosas.

No tenía intención de despedirse, y mucho menos de enfrentar a Quackity después de su breve momento juntos. Sin embargo, su escape fue frustrado. Antes de que pudiera llegar a la puerta, Luzu oyó su nombre gritado con tanta fuerza que resonó en toda la sala.

Con una sonrisa irónica, Luzu se dio la vuelta, sin acercarse al trío de instructores, especialmente al más sonriente de ellos.

— ¿Estás escapando?— preguntó Alexby mientras se acercaba.

— Prefiero no perder el último autobús— mintió Luzu, aunque mantuvo una sonrisa amarga en su rostro.

—Pero aún es temprano, Lusu— rió Quackity. — De hecho, planeaba ir contigo ya que vivimos cerca

Titi me preguntóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora