Titi

383 47 22
                                    


6 años antes del primer encuentro de Titi con Luzu.

La escuela no era lo suyo. De eso estaba muy convencido.

Siempre fue el niño que parecía nunca prestar atención y siempre sacar buenas notas, pero también era el niño a quien la maestra regaña por no quedarse quieto.

Y como lo de levantarse temprano tampoco era lo suyo, iba tarde a la escuela. De nuevo.

Un joven de nombre Quackity corría por las calles, evitando chocar con personas y pidiendo disculpas si lo hacía. Sus vecinos lo conocían tan bien que se acostumbraron a verlo correr todas las mañanas.

"No debí desvelarme otra vez" Quackity se lamentaba en su mente, recriminado a sí mismo y culpando al Quackity del pasado.

No era que recibiera algún tipo de castigo, sus buenas calificaciones lo salvan de eso. Pero no quería recibir las miradas malas de sus compañeros o del regaño de los guardias de la entrada qué ya hasta se sabía de memoria.

Estaba tan concentrado en su propio reproche qué no se dio del pequeño bulto en el piso. Bulto qué lo hizo caer de cara.

- Mierda -. Susurro para si mismo. Su rodilla dolía al recibir la mayoría del impacto.

Poco a poco se sentó en la banqueta para revisar si tenía algún daño o algo parecido.

-¿Estas bien?- Una vocecita llamó su atención.

Levantó la mirada encontrándose con un niño pequeño con una una mirada triste. Ese rostro delicado y mirada triste lo conmovió. El niño debía tener como 6 años, pero estaba delgado y sucio. Sus ropas están en las mismas condiciones y toda rota.

-S-si, lo estoy... - tartamudeo un poco, no quería asustar al pequeño o incomodarlo así que le ofreció una pequeña sonrisa.

- ¡Qué bien! Pensé te habías lastimado -. El niño se acercó hasta quedar a su lado y le sonrió.

Ahí fue cuando Quackity pudo verlo mejor, tenias unos grandes ojos negros y una sonrisa triste pero aún era hermosa.

- Claro que no, soy muy fuerte. - Mintió. Dentro de él aún lloraba por el golpe - Dime, ¿Cuál es tu nombre?

El pequeño pareció pensarlo unos segundos antes de responder.

- Mis padres me llamaban Titi -

Aquel fue una alarma para Quackity.

- ¿Y dónde están tus padres? - Pregunto con miedo a la respuesta. Pensando en que era peor, si los padres de este niño lo hubieran abandonado o que estos se encontrarán vivos y tuvieran a su hijo en estas condiciones. Las dos maneras no le eran agradables.

Quackity sintió que su corazón se apretó de nuevo cuando vio al pequeño inclinar la cabeza con una expresión triste en su rostro

- No lo se, un día salieron y no volvieron -

El corazón de Quackity se hizo más pesado al escucharlo hablar. Aquello despertó simpatía por él, tal vez no él no perdió a su padre, sino a su madre que ni siquiera conoció.

Quería tranquilizar a su nuevo amigo, sin embargo, no tenía palabras para hacerlo. En su lugar despeinó un poco el cabello del menor. La sonrisa que obtuvo como respuesta hizo que valiera la pena el golpe de hace unos minutos.

-Bien, Titi - Se levantó del suelo en un brinco. - ¿Quieres pizza o hamburguesas?

(...)

Eran las dos de la tarde, tendría que estar llendo a casa o mínimo preguntando por lo que se hizo en clases ese día. En su lugar, estaba jugando con Titi haciendo burbujas.

Titi me preguntóWhere stories live. Discover now