JEONG [Tk/Vk]

XX

– ¿Cómo se supone que llegaré ahí? Ni si quiera sé ruso – murmuró viendo el papel en su mano, levantando el rostro en cuanto la puerta fue abierta, sus ojos brillando al ver a Namjoon de pie al otro lado, tomando la mano de Jun.

– ¡Namjoon! – exclamó con felicidad – te estaba buscando.

Jeon salió del ascensor y extendió el papel al sicario.

– No entiendo, señor – murmuró Namjoon, dejando de ver la hoja en su mano para ver a Jungkook.

– Taehyung dijo algo de ir a ver a un supuesto líder de la mafia rusa, dijo que si no volvía en dos horas te lo hiciera saber, ya han pasado dos horas con veinte y aun no sé nada de él.

Namjoon frunció el entrecejo. Su jefe no le había dicho absolutamente nada.

– Iré a buscarlo, usted y Jun- 

– Quiero ir contigo – se adelantó Jeon.

– Señor, no puedo ponerlo en peligro de esta forma. Si algo le sucede, el señor Kim me va cortar la cabeza.

– Yo me encargo de que no sea así, lo prometo.

Namjoon mordió su labio sin saber que responder. Volteó a Jun y suspiró antes de ponerse en cuclillas para hablar con ella.

– Arriba está Hoseok, ve con él y pintale las uñas ¿Si?

Jun asintió contenta. 

– Llevala – ordenó Namjoon, dejando de uno de sus hombres llevara a Jun a la habitación de hotel – solo espero el jefe no me asesine por llevarlo conmigo – murmuró antes de darse la vuelta, sacando las llaves del auto.

Jungkook suspiró. No iría porque estuviera preocupado. Iría y golpearia a Taehyung hasta cansarse.

Jungkook vio con atención el lugar donde estaban, lucía abandonado. A lo lejos se podía ver un almacén, por lo que supuso debería estar ahí.

– Señor – llamó Namjoon en un susurro, extendiendo un arma a Jeon, viéndolo sacar una de la parte trasera de su pantalón.

– Tengo una, no te preocupes – sonrió, saliendo del auto. Siguió al sicario hasta el almacén, todo su camino yendo detrás del cuerpo de este. Solo a él se le ocurría hacer cosas tan estúpidas.

Namjoon pateó la entrada de aquel almacén, creando un sonido estruendoso en su interior y caminando de prisa al interior sin bajar el arma en sus manos, apuntando al hombre que yacía se pie a lo lejos.

– Entonces era cierto – exclamó aquel hombre con una grande sonrisa en el rostro – tu matón vendría por ti.

Taehyung quién yacía sentado en aquella silla, casi desparramado en ella, levantó la mano a Namjoon en un saludo.

– Es intimidante – murmuró aquel hombre, levantando ligeramente la ceja al ver a alguien más salir detrás del sicario – ¿Y ese chico quien es? – preguntó, volteando a ver a Taehyung.