Capítulo 33

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-Tened mucho cuidado-pidió Fabian mientras abrazaba a Artur y Lucius-avisadnos si ocurre algo en cualquier momento, volveremos enseguida.

-Tranquilo omega-dijo Igor mientras le abrazaba por la espada-no dejes que las hormonas te controlen, todo estará bien.

Fabian se acurrucó en su pecho y ronroneo con placer, desde que los gemelos habían anunciado su embarazado la dinámica de la manada se había convertido en una basada en dos madres protectoras y un montón de cachorros que cuidar.

-Nosotros nos encargaremos de todo-tranquilizó Severus-incluso de los nuevos, conseguiremos que se adapten sin problemas.

El pelirrojo asintió lentamente, dejar Hogwarts cuando estaban tan vulnerables era demasiado angustioso pero necesitaban asegurarse de que Igor se quedaría con ellos y para eso tenían que viajar a Noruega.

-Míralo por el lado positivo-siguió insistiendo el pelinegro-podréis ver a vuestra hermana.

Los gemelos asintieron felices ajenos al escalofrío de miedo que recorrió a Arthur tras la mención de la menor de los Prewett. Minutos después el trío desaparecía en la distancia rumbo a la estación donde un carruaje alado les esperaba listo para el viaje.

-¿Cuándo llegaran los nuevos?-pregunto el omega una vez se quedaron solos.

-Mañana a primera hora-contesto Tom-realizarán la selección antes del desayuno y los instalaremos en el ala norte, donde el torreón abandonado, Dumbledore ya se a encargado de acondicionarlo para hacerlo habitable.

-¿Cuantos serán?-continuo interrogando.

-Tres-sacio su curiosidad el omega-uno de ellos es un hombre lobo.

Severus asintió en silencio, no le aterraba la idea de tener una criatura mágica más en el grupo pero no negaba que le aterrorizaba que su humor fuera igual de cambiante que el de Lupin.

El tiempo transcurrió con alarmante velocidad y, para cuando el pelinegro quiso darse cuenta, se encontraba en el comedor a la espera de los nuevos alumnos, a petición de Dumbledore, solo los omegas de la manada permanecían en el lugar. Las puertas se abrieron con un ruido sordo permitiendo a los jóvenes entrar. El primero, aquel que encabezaba el grupo, era un moreno de radiante sonrisa y mirada pícara, tras él, un pelinegro de fracciones demasiado clásicas que permitían suponer su relación con las grandes casas mágicas, por último, otro moreno muchísimo más grande con desarrollados músculos y mirada amenazante. Severus tembló levemente, aquel joven más que un omega parecía un alfa.

-Bienvenidos-saludo Albus mientras sostenía en alto el sombrero seleccionador-empezaremos con la selección y luego os llevaremos a vuestros nuevos cuartos, los omegas del castillo os guiaran y cuidaran en el camino.

Severus observó como el primero de los jóvenes avanzaba hacía el viejo taburete, en breves segundos Edward Tonks fue enviado a Hufflepuff. El moreno se encamino sonriente hacia ellos y, entre efusivos saludos, se sentó junto a Arthur y Lucius, Severus sonrió, estaba claro que el aura maternal que desprendía aquel par atraería a los nuevos integrantes. Evan Rosier fue el segundo en someterse a la selección y, aunque el sombrero debatió su elección, no tardo mucho en designarlo a la casa de las serpientes. Por último subió al estrado Fenrir Greyback, al pasar junto a Severus y gracias a las ropas primaverales, el omega, pudo observar como su cuerpo se encontraba cubierto de grotescas cicatrices que endurecían su apariencia, tal y como Severus predijo, el joven acabo siendo una serpiente.

Una vez terminada la selección los omegas se dirigieron hacia la torre que sería el hogar de los nuevos. Severus se sorprendió de la facilidad que tuvieron de entablar una cálida conversación entre ellos, aun así, su mirada se dirigió de nuevo al enorme hombre lobo que interaccionaba con dificultad, como si nunca hubiera hablado con nadie, y que pasaba cuidadosamente sus manos por las cicatrices de los brazos. Severus le miro apiadándose de su situación, la mayoría de hombres lobos se dañaban a si mismos durante las transformaciones debido al dolor que provocaban estas.

-Fenrir-llamo cuidosamente para no sobresaltar al joven-¿te esta gustando el castillo?-el joven simplemente asintió con un leve movimiento de cabeza-perdona que sea intrusivo y si no quieres contestar lo entiendo-continuo el pelinegro con timidez- pero quería saber si te gustaría que preparase para ti poción matalobos- ofreció- tengo entendido que las transformaciones son muy dolorosas y te ayudaría bastante a hacerlo más soportable.

-Muchas gracias- le dijo con una voz demasiado profunda- pero para mi no es doloroso, mi lobo y yo estamos en demasiada sintonía- el joven sonrió levemente- después de tantos años es imposible no acostumbrase a su presencia.

-¿Llevas mucho siendo hombre lobo?- pregunto curioso Lucius.

-Desde que tengo memoria-contesto consiguiendo una amplia sonrisa del rubio.

-¿Podrías ayudarme?- cuestiono esperanzado-mi bebé es hombre lobo también y me gustaría que también sea feliz con su yo animal.

-Por supuesto- afirmo con una alegría abrumadora- me encantaría ayudar, siempre y cuando el padre este de acuerdo- especifico-los hombres lobos suelen ser muy posesivos.

-Sinceramente, incluso él necesita ayuda con su lobo-aclaro consiguiendo una sonrisa de los presentes.

Los jóvenes llegaron a la torre y se adentraron con cierto miedo, como temiendo encontrar un alfa allí esperándolos, Severus suspiró, los primeros meses en el castillo les habían afectado demasiado. Con paciencia esperaron a que los nuevos se instalaran, necesitaban informarles de la verdadera situación en el castillo.

-¿Todo listo?- pregunto Arthur dulcemente consiguiendo varias afirmaciones-perfecto, en ese caso nos gustaría informaros de ciertas, digamos, dinámicas del castillo, aunque ,claro esta estas ya están controladas- explico al ver las caras preocupadas de los jóvenes- pero pueden ocurrir si no tenemos precauciones.

-¿Tiene que ver con los alfas?-pregunto con cierta molestia Evan.

-Por desgracia si-Severus tomo aire- los alfas de aquí son unos mocosos cachondos y la razón por la que aceptan a omegas es para rifarlos entre ellos como juguetes sexuales, pero eso ya ha cambiado-se apresuro a rectificar ante la cara de miedo de los jóvenes- Albus tardó un poco en darse cuenta pero desde entonces todo es diferente. Se os otorgaran estos collares- continuo mientras les mostraba los complementos- que os permitirán alejar a los alfas  en caso de que sea necesario y, si os sentís demasiado acosados por uno, no dudéis en hablar con nosotros, nuestra manada ya no pertenece al castillo pero todavía imponen respeto.

-Joder- musito Teddy- va a ser un año divertido.

Como sobrevivir siendo un omega (Harry Potter)Where stories live. Discover now