Capítulo 8

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-Hola Nacho, supongo que se está preguntando porque lo llamé, ¿No? -indagó Ginocchio con altura y seriedad, realmente daba miedo.

-S-Sí señor... -murmuró levemente aterrado.

-Bueno, la cuestión es que Agustín prefiere mantener nuestra relación en secreto por un tiempo, por el tema de los escándalo' y esa' tontería', así que te agradecería que también lo mantuviera' en secreto, no quisiera tener que despedir a un amigo de mi novio ni enjuiciarlo por difundir rumore' sobre mí, ¿Se entiende? -preguntó con la voz apagada y sus ojos oscuros, realmente ese hombre tenía varias facetas, pero ésta era la que mas miedo le daba al rubio.

-Señor Ginocchio, prometo no decir absolutamente nada sobre su relación con Agus, yo sólo quiero que él sea feliz... Y si él es realmente feliz con usted, yo voy a cubrirlos las veces que tenga que hacerlo, además de apoyarlo incondicionalmente -aseguró con una pequeña sonrisa, aún estaba asustado, pero ver como Marcos ya estaba relajado y con una sombra de sonrisa en su rostro, lo tranquilizaba un poco.

-Perfecto, entonce' no va a haber problema. Por cierto... Entiendo que se rió de los dichos de Agu' para encajar, pero si quiere su perdón, mejor llegue a verlo en la tarde con una pizza o hamburguesas, eso hará que lo perdone -aconsejó el mayor con una cálida y amistosa sonrisa en su rostro-. Lo de las flores, dejémelo a mí.

-Sí, yo también pensé que fue una idea estúpida en cuánto me fui... -suspiró con una leve sonrisa.

-Todoa cometemos errores. Ya puede irse, y si sigue trabajando así de bien, quizá' pueda ser el próximo supervisor de Recursos Humanos, el que está no me parece de confianza y vi que ya tuvo varios errores en los últimos seis meses -aseguró de forma amigable, en serio ese tipo parecía muy bipolar, pero le agradaba un poco.

-Muchas gracias señor, no lo voy a defraudar...

Sin decir más, el de cabello rubio se fue nuevamente a su puesto de trabajo con una pequeña sonrisa en su rostro. Vió de reojo como su amigo estaba terminando de empacar sus cosas. Se lo merece, él siempre hizo las cosas bien... Ya era hora de que el mundo se lo compense de alguna manera... Pensó Juan Ignacio con una sonrisa. Él y Agustín habían comenzado a trabajar en la empresa juntos hacía ya unos seis años, habían ido juntos a la universidad y eran grandes amigos, pero cuando llegaron a Recursos Humanos, todo se había ido al carajo, sólo porque los demás decían cosas estúpidas de su amigo, y Nacho no había tenido los huevos suficientes como para frenar todo el daño que le hacían. Era un mal amigo, eso lo tenía asimilado, pero quizás, con un poco de esfuerzo, y ayuda de Marcos, podría volver a recuperar la amistad que había perdido.

El Hombre De Al Lado // Margus //Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin