Chapter 4

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Hoy fue un día bastante tranquilo, las clases fueron lentas y aburridas. Mi relación con mi compañero de banco sigue igual, aún mantenemos reglas. Mi hermana está cada vez más extraña, su comportamiento es raro y siempre la veo nerviosa, corriendo de allá para acá. Por otro lado Han Seojun me sigue molestando, siempre que puede me llama por ese estúpido apodo y me hace bromas.

Cuando llegué a casa lo primero que hice fue cambiarme, hoy asistiré a mi primera clase de defensa personal.

Cuando llegué pude notar a una gran multitud, éramos dieciocho personas y habíamos hombres y mujeres.

Bienvenidos a su primera clase, espero lo disfruten mucho y recuerden que nuestro propósito es aprender a defendernos y no meternos en problemas – explicó el maestro.

Una vez hecha la presentación, comenzamos. Nos enseñó un par de movimientos, lo primero que enseñó fue a esquivar golpes y finalmente a como darlos.

Muy bien, han hecho un gran trabajo – dijo el maestro – Ahora realizaremos una actividad, por favor, formen parejas.

Empecé a buscar pareja, pero todos tenían una.

¿Todo bien? – me preguntó el maestro.

No realmente, no tengo pareja – expliqué.

¡Oh! Puedes ser pareja de aquel chico – dijo mientras apuntaba – También le falta pareja.

Al momento de mirar hacia la dirección que me indicaba, quería que la tierra me tragase. El chico que también necesitaba pareja no era nadie más que Lee Suho.
¿Acaso el universo está en mi contra?

Al parecer no era la única sorprendida, pues su rostro palideció por un momento. Sin más preámbulo, trabajamos juntos.

Una vez que el maestro explicó los movimientos que debíamos hacer en conjunto, le hablé.

– Bien... al parecer no soy la única sorprendida y disgustada aquí – dije para romper el hielo.

No, no lo eres – contestó fríamente.

Aish, por favor Lee Suho, no estamos en la escuela así que tus estúpidas reglas no funcionan aquí – dije molesta.

Lo sé, solo empezemos.

Empezamos a practicar, Suho me lanzaba golpes y yo los esquivaba, luego fue su turno. Estuvimos así un buen rato, hasta que era hora de presentar frente a la clase.

Cuando nos llamó el maestro, empezamos a luchar. Le gané a Suho dos luchas de tres, lo cual fue satisfactorio, no solo por vencerlo sino porque también aprendí lo que me enseñaron.

Toma – dijo él mientras extendía su mano con una toalla.

Gracias – dije mientras la tomaba.

¿Hace mucho prácticas esto?

– La verdad no, es la primera vez que vengo a una clase de defensa personal – respondí.

Nobody Like You || Han Seojun Where stories live. Discover now