⁴¹

664 82 10
                                    

Después de haber escrito en mi diario tomé mis cosas y salí de mi habitación.

Lo usual era que mi papá ya se hubiese ido a trabajar y que mamá este desayunando o terminando de alistarse. Iba bajando tranquilamente las escaleras y de repente escuché algo familiar... Eran mamá y papá.

Se notaba que estaban discutiendo. Papá estaba sentado en la mesa desayunando y mamá le estaba sirviendo un vaso de agua para después sentarse a desayunar también.

Me quedé ahí en las escaleras. Quería saber por qué estaban discutiendo y si debía preocuparme o no.

—¿Por qué Jisung tarda tanto en bajar? —escuché a mí papá preguntar.

—Aqui estoy —dije sin muchos ánimos. Me dirigí rápidamente a la puerta, debía salir lo más pronto de aquí. Ellos estaban actuando extraño y eso no significa nada bueno en esta casa.

—¿A dónde creés que vas? —volvió a hablar mi papá.

—A la escuela —respondí con una cara de obviedad.

—Ven a sentarte. Ya tu mamá te sirvió el desayuno.

—No voy a desayunar aquí, se me hará tarde para la escuela.

—Jisung ven a sentarte —esta vez la que habló fue mi mamá. Podía notar que los dos estaban enojados, no sabía si estaban enojados conmigo o si lo estaban por otra cosa.

Rodando los ojos me dirigí a la mesa y me senté dónde había un plato sin dueño. No emití palabra y traté de comer lo más rápido posible las tostadas que hizo mamá.

—Yunseo ¿Podrías repetir algunas de las cosas que Jisung te decía sobre mí el tiempo que estuve ausente? —le ordenó mi papá a mamá. Él no va a cambiar y nunca lo hará. Así es mi papá, le encanta pelear y más si es conmigo; no puede ver la casa tranquila. Cuando se enfrasca en un tema nadie puede hacer que lo olvide.

—¿Para qué debo volver a repetirte todo? Ya lo sabes. —le respondió mamá mientras le daba un mordisco a una de sus tostadas. Comencé a temblar nuevamente, el tono de voz sarcástico que papá estaba utilizando no trae nada bueno. Él está enojado, le enoja no poder tener control sobre mis pensamientos.

—¡Porque yo te lo estoy pidiendo! —le gritó papá a mamá. —Por eso es que Jisung está tan rebelde Yunseo. Él se cree un hombre adulto ya, cree que tiene la razón cuando no es así. Tenemos que hacerle saber que no es así y que debe aprender a respetarnos, ¿Cómo es posible que le permitamos decir esas cosas sobre su padre? —terminó de decir para después mirarme.

—Él sabe lo que dijo, lo sabe muy bien, no tengo porqué repetirlo.

—¿Lo sabes perfectamente Jisung? —me preguntó papá.

—Si, lo sé perfectamente —le respondí mirándolo a la cara. No me arrepiento de ninguna de las cosas que dije sobre él en el pasado, todas son verdad. Problema mío no es que él quiera vivir haciendole creer a todo el mundo que es el hombre perfecto. Le daña el orgullo ver qué su propio hijo sí dice lo que piensa sobre él.

—¿Por qué tiemblas Jisung? ¿Ahora eres un cobarde? —dijo tomando mi mano izquierda y apretándola con fuerza.

—Yo siempre tiemblo, es normal en mi. —no era del todo mentira, solo que esta vez si estaba temblando un poco más de lo común en mi.

—Bueno, si no eres un cobarde quiero que me digas a la cara todas las cosas que le dijiste a tu madre sobre mi.

—Suelta mi mano, me estás lastimando.

—Dilas Jisung —me ordenó apretando aún más mi mano. Me estaba doliendo mucho su apretón pero no quería demostrarlo.

—Le dije que eras un mal hombre, que eras egoísta, un maltratador y que solo estás con nosotros porque te da vergüenza y temor que la gente se entere que el policía súper respetado y admirado Kim Jisung no haya sido capaz de tener una familia unida y estable —mi rabia aumentaba cada vez más. De un momento al otro dejé de sentir dolor en mi mano, siempre me pasa esto. La rabia hace que no pueda sentir dolor.

¿Qué nos sucedió?Where stories live. Discover now