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────── james potter
𝗝𝗮𝗺𝗲𝘀 𝗣𝗼𝘁𝘁𝗲𝗿 creyó por muchos años
que Lily Evans era el amor de su vida,
sin notar que en realidad su verdadero
amor era la chica Evans, pero no la que
él pensaba.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀❪ trilogí...
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ERA TREINTA Y UNO DE OCTUBRE DE MIL NOVECIENTOS OCHENTA Y UNO. El Valle de Godric estaba bañado en hojas de tonalidades cálidas, y todos los niños y niñas caminaban o corrían animadamente por la calle modelando sus increíbles y creativos disfraces.
El ambiente en las calles era animoso, todo parecía lleno de vida, de alegría y de prosperidad. Mientras que la casa Potter era como un punto negro en un mundo de arcoíris, la felicidad que antes emanaba el hogar había desaparecido totalmente, las risas que siempre se escuchaban hasta el más pequeño rincón fueron cambiadas por sollozos de incertidumbre y ansiedad. Violet y James no querían que su pequeño hijo creciera en un ambiente como ese, pero ahora están en un punto en que las emociones se salen de sus manos, donde las esperanzas que un día tuvieron desaparecieron junto a la vida de sus amigos fallecidos en la guerra. Ya no podían más.
El cielo era una mezcla de tonos cálidos y Violet continuaba sentada en la ventana, con la vista perdida y la mente en sus más feliz recuerdos. Aveces creía que se estaba volviendo loca, y recordaba la pelea que tuvo con James la noche que se enteraron que Marlene murió. Cuando cerraba sus ojos azules y ponía mucha atención, sentía que podía escuchar la risa de su amiga y muy en el fondo la de ella, cuando no existía la preocupación, cuando eran felices. Sin darse cuenta las lágrimas ya habían llegado hasta el borde de su rostro, seguido de muchas más.
James bajó las escaleras buscando a su esposa, encontrándola como siempre en las últimas semanas, sentada en la ventana abrazándose así misma. Ella no lo miró, incluso James pensó que ni siquiera se había dado cuenta de su presencia. Harry jugaba en su cuna al lado del sofá, sin prestar atención a nada más que no fuera su muñeco de ciervo.
—Preciosa...
—No tengo hambre, Jamie —James apenas logró escuchar su voz.
