15. Cumpliendo promesas, ganando problemas

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_____ Morgan Muller

El camino es silencioso, no sé a dónde me lleva pero disfruto la vista, ya que es uno de esos lugares lujosos y extravagantes, frena su Aston Martin, solo me dijo que quería ir a un lugar y como prometí a Lucifer hablar con él me pareció una buena oportunidad para deshacerme de ese pendiente.

― Buenas tardes, señor ― le dice el valet parking que se sorprende al verme bajar.

Morgan le lanza las llaves, la recepción nos recibe y todo aparenta a ser un hotel de cinco estrellas, no un edificio residencial.

El portero lo saluda y cuento a dos personas que se llevan la ignorada del siglo, abordamos el ascensor y me grabo en la mente el código que pone antes de que se cierren las puertas, no dice nada y me tomo el tiempo de pensar como le diré de una nueva manera lo mal padre que fue.

Las puertas se abren, el pent-house lujoso no me maravilla, la verdad prefiero el de Lucifer, el recibidor es amplio y el techo abovedado ― ¿Es la casa de una nena o porqué el arte paisajista? ― pregunto algo decepcionada.

Garras suenan en el piso, un lobo de color gris y blanco corre hacia él con la lengua afuera.

― Zeus ― lo saluda pasando la mano por su cabeza. El animal se para en dos patas sobre su cintura.

― ¿Vas a descuartizarme y darle mis partes a este animal? ― pregunto curiosa.

― ¿Puedes dejar el sarcasmo por un día? ― se fastidia y sonrío porque si algo me llena de vida es arruinarle el día de alguna forma.

Detallo al animal y recuerdo que mamá me prometió regalarme una mascota, pero luego pasó... sacudo la cabeza y me sorprende que semejante pedazo de mierda tenga un perro, es decir es lo más lógico ya que nadie lo quiere seguro se compró un perro para tener alguien que se preocupe por él.

El perro me ladra y lo miro mal, me olfatea y sonrío intentando acariciarlo ― Cuidado ― advierte Morgan ― no le gustan los dolores de cabeza y tu te esmeras en ser uno.

― Que gracioso Morgan ― logro calmar al animal ofreciendo mi mano como si fuese un platito para que que el perro me reconozca y me lama ― pero si puede sentir cariño contigo no creo que sea tan difícil encariñarse conmigo ― se sienta y acaricio su cabeza cuando saca la lengua―Estas mejor educado que tu dueño, campeón ― paso mi mano por su pelaje y se relaja en el suelo girándose sobre su espalda, pegando las patas a su panza ― Definitivamente me caes mejor que tu dueño.

Miro a Morgan que tiene el seño fruncido y rueda los ojos, se pierde en la cocina y vuelve secándose las manos con una toalla.

―Siéntate ― me señala el sofá y tomo asiento en el piso junto al perro.

―Si es por la promesa de hablar contigo la voy a cumplir, eres un pésimo padre, te odio y fin,¿Puedes pedir un taxi para que vaya al hospital militar?

― Cállate y responde lo que te voy a preguntar ― mi mirada se centra en el microscópico bar que tiene, comienzo a analizar.

― Lucifer tiene todo un muro de licor en su pent-house ¿Y tú solo tienes whisky? ―pregunto absolutamente decepcionada. Sinceramente me esperaba más de alguien que se pasea con un auto de lujo ― Por favor ― suelto con sarcasmo inspeccionando si tiene algo mejor ― Te prepararía un trago pero no hay ron.

― Deja eso y siéntate...

Volteo pero al hacerlo choco mi brazo con una botella ― Joder ― suelta enojado y me voy a sentar con una sonrisa de satisfacción cruzándome de brazos al retarlo a que me bote de su pent-house.

ENEMIGOS (T/N en Pecados Placenteros)Where stories live. Discover now