37.Me tenías en tus manos

289 48 47
                                    

Para cuándo Alex pudo volver a la universidad, prácticamente el día jueves, aunque la primera mitad del día se la pasó justificando sus inasistencias y arreglando todo en la oficina de control escolar, para que de igual manera estuviera justificado el haber faltado a sus prácticas y trabajo, las dudas en su mente le hacían desear encontrarse a Artesian en cualquier sitio.
Ahora sí quería verla y hablar con ella, intentar sacarle toda la verdad respecto a la situación por la que su esposa estaba todavía atravesando, y saber si Nicky había acertado o sus sospechas sobre Larry y Carol todavía eran factibles.

Sin embargo, había estado pendiente buscando por ella en cualquier pasillo por donde caminaba, sin embargo la rubia esta vez parecía que no estaba por ahí.
Era extraño, pues antes sin desearlo, siempre estaba a la vuelta de algún pasillo o en alguna de las áreas verdes sosteniendo siempre un libro entre sus nerviosas manos, pero no ese día.
Y pensándolo bien, tampoco estaban por ahí ninguno de sus compañeros lo que seguramente era también una señal de que no estaban en el campus.

Así que sin querer sonar demasiado interesada, preguntó a uno de los profesores si sabía en donde estaban los alumnos de la carrera de derecho ambiental, a lo que el hombre le aclaró que habían vuelto a su campus, ya que el incidente con las aves y sus plagas había sido controlado tras unos cuántos meses de reparaciones y fumigaciones.
Saber aquello le molestó un poco, y no porque Artesian ya no estuviera más en el campus, si no más bien porque eso le dificultaba más la investigación respecto a la justicia que pretendía hacer por su novia. Ahora tendría que ingeniárselas para encontrar un momento en el que pedirle reunirse con ella en algún sitio y pretender no darle a entender algo que no era, puesto que no necesitaba que se ilusionara y quisiera pasar los límites de nuevo.

Inicialmente, cuando Alex se había mudado a Boston, había estado sufriendo mucho con el asunto de las comidas, puesto que no encontraba nada que le pareciera tan bueno como las cenas de su padre, y a pesar de que seguía echando mucho de menos ese sazón casero, ahora comer en la cafetería del campus era el cielo mismo, pues luego de tantas sopas terribles que había estado comi nei a manos de Nicky, cualquier cosa le parecía deliciosa. Incluso así fuera un aburrido sandwich de pollo.

Mientras comía a solas, observando alrededor sin realmente ver nada, su mente estaba tratando de lidiar con la idea de tener que hacerse un tiempo por la tarde para salir con Artesian y aclarar todo aquello, y aunque de momento consideró que sería buena idea pedirle a Nicky que la acompañara, estaba segura que el salvajismo de la pelinegra no le ayudaría en nada a sacarle la verdad a Artesian, si no por el contrario, seguramente iba a alejarse de ella y pretender no querer saber nada de lo que Alex tenía para preguntar incluso si era culpable o no.

Necesitaba planear bien como abordarla, pues Artesian era una chica nerviosa y bastante tímida cuando de Alex y otras personas al rededor se trataba. Había sido atrevida unas cuantas veces, proponiéndole ir con ella cuando ya no le prestaba atención, y deseando que en lugar de pasar tiempo con Piper, se lo dedicara a ella, le Alex había notado con cierta curiosidad como esos arranques de atrevimiento solamente habían surgido a raíz de sentirse de alguna forma suplantada por Piper. Pero las cosas jamás habían sucedido así, o no al menos cuando Alex estaba iniciando a hablar con su rubia de forma más regular.

Es cierto que había tenido una especie de relación, aunque solamente sexual con Artesian, que se habia extendido por demasiado tiempo, y solamente por la falta de responsabilidad de ella y su mejor amiga, pero jamás había establecido que aquello traspasaba los límites de la cama.
Artesian no era exactamente alguien con expertise en asuntos sexuales, pero sin duda alguna, habían tenido sus buenos momentos y aunque la mayoría de las veces solo Alex era quien participaba en llevar a cabo toda actividad en sus encuentros y la rubia, luego de entregarle las tareas elaboradas tanto para ella, como para Nicky, simplemente la dejaba hacer con su cuerpo lo que fuera deseo y placer para la pelinegra, no podía hacer comparaciones a sus noches con Piper.

PERDIÉNDOME EN TIWhere stories live. Discover now