cap 34

936 63 1
                                    

Alina-

Entramos a la cabaña y es realmente hermoso, una sala pequeña, comedor con mesa para 4 y una cocina de tamaño agradable, tiene varias puertas y una escalera de madera vieja...

-¿Es tuya?- pregunté inspecciónando todo.

-Nuestra- dijo besando mi frente.

Sin soltarme de sus brazos subio por las escaleras hacia lo que sería nuestra habitación, una cama matrimonial o King size enorme, sábanas negras y cortinas a juego, un pequeño sofá, escritorio, una TV grande y dos puerta más supongo es el armario y el baño.

-Enserio esto es Nu..nuestro- mi nerviosismo es notable nunca había tenido algo propio o compartido.

-Nuestro pequeña, nuestro hogar, aparte de la casa grande este es nuestro pequeño hogar- me posa sobre la cama dejando caer todo mi peso sobre está...

-Gracias por no dejarme de lado nunca- mi voz se quiebra un poco al recordar todo lo que pase para poder encontrarlo a él...

-Prometi a la Diosa cuidarte y curarte de todas tus heridas del corazón y eso haré, hagamos esto juntos- beso mi frente y se puso de pie extendiendo su mano...

-¿A dónde vamos?-

-A recorrer nuestra casa-

En nuestra habitacion habían dos puerta derecha Baño, izquierda armario que por cierto es enorme para ser una cabaña "pequeña" en el segundo piso están dos habitaciones más, pequeñas obviamente, una de invitados y la otra era un armario más pequeño aún.

Eso es todo lo que puede ofrecer está cabaña, es perfecta, bajamos a la cocina para ver qué podíamos hacer de comer.

-Que se antoja de comer- pregunto abriendo y cerrando cajones y puertas para ver lo que había de despensa, había mucha comida la verdad.

Se levanta de la mesa y camina amenazador había mí.

-Mmh se me antoja comer a una linda y dulce princesa que se ve muy sexy con ese delantal- dice y me toma de la cintura para apegarme a su cuerpo...

-Lobo pervertido- dije pegando sus labios contra los míos sin compasión alguna.

El beso se volvió intenso y salvaje sus manos viajaban por mi cintura haciendo presión apegandome a su cuerpo, mis manos están posadas en su cuello llamándolo hacia mi.
Me levanto de la cadera y me posicionó en el meson de la cocina haciendo presión de nuestras partes íntimas, un jadeo se escapa de mi boca en medio del beso y un gruñido de su parte.

Sin darme cuenta ya no tenía el delantal, estaba quitando mi vestido tan delicadamente como si pudiera romperse, comencé a sacar los botones de su camisa ya arrugada. De un momento a otro ya estábamos sin ropa

-Quieres cachorros?- dijo tomándome del cuello.
A decir verdad aún no quiero.

-Aun no es momento- dije jadeando por su agarre.

-Bien- dijo y saco de un cajón de la cocina que no había visto un paquete de preservativos y muy ágilmente de lo puso, se acomodo justo en mi entrada.

Aspiraba mi cuello y sentí unas cosas afiladas rozar mi piel, clavo sus colmillos y me penetró sin pedir permiso.

Solté un gemido de dolor pero a la vez de placer, clave mis uñas en su espalda desnuda sin importar si siente dolor...
Tomo mi cintura y fue avanzando de velocidad

-Liam- gemi su nombre recibiendo un gruñido de respuesta. Posó sus manos en mi trasero y me levanto, sin salir de mi me llevo hasta el sofá de la sala quedando encima de mi, tomando control de la situación. Besos húmedos dejo por todo mi cuello bajando hasta mis pechos, succionó uno, sus manos posadas en mi cintura haciendo presión, sus embestidas cada vez más fuertes y frecuentes lograron que mis piernas tiemblen.
Indicio de que estaba a punto de llegar...
Tome su cuello con fuerza dándole la señal de que estoy a punto, subió hasta mis labios, en un beso profundo un gemido ahogado de ambas partes logro salir... Llegando al punto máximo ambos al mismo tiempo

Eres mía bonitaWhere stories live. Discover now