I Shall Seal The Heavens [1-COMPLETA]

Capítulo 1521-1530

Capítulo 1521: ¡Los Cielos Infligen Castigo!

Un año después, en la oscuridad de la noche, Little Treasure estaba esculpiendo la estatua que era la novena marca de sellado.  De repente, la escultura brilló con una luz tenue;  ahora estaba medio completo.

Fue en ese mismo momento que el trueno retumbó en el cielo afuera.  Llenó el primer continente, como si una voluntad poderosa expresara su ira rugiendo de rabia.  Los Cielos parecían transformarse en un ojo que recorría las tierras debajo de él, como si estuviera buscando algo.  Al final, el ojo desapareció.

Incluso cuando las nubes de arriba hervían, el verdadero yo de Meng Hao estaba sentado en su casa, no muy lejos de Little Treasure.  Lentamente miró hacia el cielo, sus ojos fríos.

En ese momento, Little Treasure no pudo evitar la sensación de que alguien arriba en el cielo lo estaba mirando.  Miró hacia arriba, pero por supuesto, no pudo ver nada.

Esa noche, mientras las nubes se agitaban, empezó a llover.

Cayó, no solo sobre esa ciudad en particular, sino… sobre todo el primer continente.

La lluvia era un acontecimiento natural, por lo que la gente no le prestaba mucha atención.  A los mortales ni siquiera les importaba, mucho menos a los cultivadores.  ¡Pero la lluvia siguió cayendo por un total de siete días!

Debido al aguacero interminable, algunas áreas bajas comenzaron a llenarse de agua.  Se estaba gestando un desastre.  Pronto, el imperio mortal comenzó a ponerse nervioso y comenzó a tomar medidas para controlar la inundación de agua.

Sin embargo, la lluvia no se detuvo después de siete días.  Hubo un breve respiro con un poco de cielo soleado, pero luego resonaron los truenos y la lluvia comenzó a caer de nuevo.  Parecía derramarse sin fin.  La lluvia cayó durante una segunda semana, luego una tercera, luego una cuarta...

Luego un segundo mes, un tercero y un cuarto….

Normalmente, un poco de lluvia no era nada por lo que alguien se preocupara.  Pero cuando la lluvia siguió cayendo mes tras mes, empapando las tierras, inundándolas por completo, era un asunto completamente diferente.

A estas alturas, era un verdadero desastre, hasta el punto en que los cultivadores del primer continente intentaron intervenir y detener la lluvia.  Sin embargo, ni siquiera los Paragons fueron capaces de hacerlo.

Lo mejor que pudieron hacer fue crear canales que condujeran el agua de lluvia a los océanos.

Sin embargo, esa no era una solución a largo plazo.  Además, muchos de los cultivadores que intentaron intervenir posteriormente cometerían errores críticos al practicar la cultivación y luego morirían.

Era casi como si hubieran ofendido la voluntad de los Cielos y estuvieran siendo castigados con la muerte.

El mundo mortal estaba completamente saturado de agua.  La ciudad en la que vivía Little Treasure no era una excepción.  Ciertas partes de la muralla de la ciudad estaban tan empapadas que se derrumbaron, al igual que muchos edificios en toda la ciudad.  Los ciudadanos podían hacer poco más que desafiar los aguaceros para tratar de reforzar sus residencias contra la lluvia.

Llegó al punto en que prácticamente nadie pudo evitar que el agua fluya hacia sus hogares.  A medida que el agua subía, la enfermedad y la enfermedad se propagaban.

La casa de Little Treasure era una de las pocas en las que estaba relativamente seca.  No tenía idea de por qué era así, ni tampoco su hija.

Sólo su esposa lo sabía.  Había tomado ciertas medidas para proteger a su familia.