La mujer aparece en la habitación y le siguen dos personas, un Rubio y pelinegro.
Al minuto apareció un hombre de cabellos negros con las puntas moradas.
El guardián, sus ojos negros se dirigen hacia mí.
Muerte está ocupado, soy el único que está libre.
Pobre de ellos que den un paso más.
-El Fénix-dice la mujer-suelta a mi hombre.
Muerte le ignora.
Ella se molesta y me le atravieso en el camino.
¿Qué? ¿Me vas a apartar?
Siento un poder oscuro en mi corazón y me dejó fluir, este debe ser el poder de mi padre.
-¡Lucas, tu cabello!
¿Mm? Noto mi cabello cambiar de blanco a negro.
Vaya, que interesante.
Los tres seres retroceden y me miran con sopresa.
El guardián me sonríe con curiosidad.
Pero no sé entromete.
Dejo que unas manos rodeadas de sombras salgan de cada esquina y los enrollen. El Guardián se mantiene quieto, me preguntaba si lo encarcelaba a él también, de todas formas no había mostrado signos de querer sacar al Fénix.
Lo enrolle igual. No me arriesgaré a dejarlo libre.
Muerte termina con el pájaro y este cae al suelo transformado en ave.
Me agachó y lo recojo, el Fénix se retuerce en mis brazos.
De verdad le dolió.
Desaparezco las sombras dejando que Muerte se encargue de lo demás.
Mi cabello vuelve a lo de antes.
El guardián da un paso y pide explicaciones.
-¿De que mundo eres? Me gustaría hablar con su Guardián.
Muerte me sujeta y me hace avanzar hacia el.
-El es mi nuevo Guardián.
-Un placer conocerlo, gran Dragón-el vuelve a mirar a Muerte-¿Y el anterior?
-Lo asesinó mi hermano.
-Ah...
La mujer se me acerca, supongo que aún quiere al Fénix.
-Dámelo.
-¿Por qué debería? Ya no es tuyo.
-El me pertenece.
El rubio hace retroceder a la mujer.
-Basta, ellos son fuertes.
-Ya no te metas en más problemas-dice el pelinegro.
El guardián mantiene distancia con Muerte.
-¿Vino a buscar algo?
-Si, a esta ave molesta.
-Algo me informó el de arriba.
-Me alegro de que sirva de algo ese vejestorio.
El traga saliva y sigue deseando más respuestas.
¿Le llamamos la atención?
¿O simplemente quiere echarnos?
Quizás ambas.
-¿Y por qué no se han ido? Ya la tienen.
Muerte maldice.
-El portal no nos deja llevarnos al Fénix.
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Soy el príncipe de un libro
RandomMi vida entera fue una total mierda,jamás tuve nada,ni siquiera el amor de mis padres. Y cuando pensé que no podía ser más desdichado, me muero. Hasta ahí, ya nada me importaba. Y aquí se viene el problema, a un imbécil se le ocurre llevarme a mi vi...