Soy el príncipe de un libro

Capitulo LXXV

Aunque pienso eso, mi cuerpo no se mueve. Vamos, serás devorado por este Demonio.

Aarón se sube a la cama e intercambia posición conmigo.

¿Quieres que yo lo haga?

El me besa, y su succiones por mi cuello vuelven a hacerse presente.

Su dedo es metido a mi boca.

Juro que traeré lubricante o algún condón.

Por qué está mierda va a doler.

Después de llenar sus dedos con mi saliva el se dirige a mi ano.

Primero uno.

Luego otro.

Después un tercero.

-¡A...ah..! No... ahí... más...rápido...

¿Por qué lo haces tan lento?

-Puedes meterlo ahora.

¿Estás loco?

Miro hacia abajo su enorme cosa y me paro a preguntar si lo que estoy haciendo está bien.

Bueno, no creo que duela tanto al siguiente día.

O me sienta mal.

Tomo su miembro completamente duro y  lo meto a mi orificio.

-Mm...-escucho a Aarón.

-¡Ah..!

Lo he metido con éxito.

Pero no quiero moverme, por qué duele.

Los ojos de Aarón se vuelven rojos.

Este demonio...

El sujeta mi cintura llevándome hacia arriba y abajo.

¿Crees que soy un inexperto? No me quería mover por el dolor.

Pero, este tipo de dolor se siente bien.

Le demuestro que puedo solo.

El suelta un gemido.

-Ahh... Aarón...

Tocó mi panza por qué siento algo caliente.

-¿Tan grande es?-dice el.

Su miembro se marcó en mí abdomen.

Yo sabía que este era peor que el de Caspian.

Aunque el ardor que siento en el estómago me es diferente.

¿Será porque solo es grande?

Quizás es eso.

-Voy a venirme Lucas...

Es mi turno de...

-¡¡Ahhh!!-me está llenado justo adentro...

Oh mierda.

Fuí lento.

Me salgo de encima y me acuesto a su lado.

Ya me cansé, que el haga lo otro.

El ardor se hace más presente.

¿Que me pasa?

-¿Estás bien?-me pregunta Aarón.

Asiento con la cabeza.

-Entonces...¿Por atrás o por delante?

Me abro de piernas y el sonríe con satisfacción.

Acomoda su miembro y vuelve a entrar en mí.

-¡Mm...!-me muerdo el labio para aguantar mis gemidos.

Al principio es lento, quizás para no hacerme daño o simplemente para joderme.