𝐃𝐎𝐍'𝐓 𝐁𝐋𝐀𝐌𝐄 𝐌𝐄, the walking dead

010. 30 kilometers

𝐃𝐎𝐍'𝐓 𝐁𝐋𝐀𝐌𝐄 𝐌𝐄 ━━━━ maggie greene
capítulo diez: ❛ treinta kilómetros ❜
season 2 | act. one

EFECTIVAMENTE HABÍA DEJADO LAS COSAS EN CLARO, su padre le pidió que los acompañara a dejar a Randall lejos, Maggie al escuchar eso no se opuso, Blake lo había dejado en claro, no quería protección. Rick iba conduciendo el auto y Blake iba en el asiento de atrás y Shane iba de copiloto, llevaban a Randall con ellos. Rick detuvo el auto, ambos lo miraron extrañados. Rick se bajó del auto y Shane copió su acción.

—Hija, quédate acá— pidió Rick, a lo que Blake asintió, vio como ambos adultos se alejaban y comenzaban a hablar. La muchacha sacó una sopa de letras que Dale le había prestado y de su bolsillo sacó un lápiz, comenzando a resolverla.

—¿Estás?— se escuchó la voz de Glenn por el walkie-talkie y Blake lo tomó.

—Sí, resolviendo una sopa de letras y comiendo un chocolate rancio— contestó, mientras mordía la punta del lápiz—... o eso creo— dijo lo último, ya que Blake recordaba el sabor del chocolate y era exactamente igual—. No está rancio— dijo y se escuchó la risa de Glenn y Jason—. ¿Qué sucede?— preguntó, mordiendo la barrita.

—Maggie está realmente preocupada— habló Jason ahora—. No deja de dar vueltas.

—Blake Grimes— se escuchó la severa voz de Maggie—. Más te vale volver. Si llegas con un solo...

—Este ya no es el walkie-talkie de Blake Grimes, cambio y fuera— dijo la ojiazul, cortando la transmisión con el de sus amigos, dejando a Maggie a mitad de su oración. No quería seguir escuchando el sermón de Maggie.

Blake siguió resolviendo su sopa de letras y observó a su padre y Shane, quienes seguían hablando, vio como Shane hablaba y Rick se detuvo.

—Ven conmigo— le dijo Rick. Blake asintió y se bajó del auto, ambos se dirigieron a abrir el portamaletas, en donde estaba Randall con un saco en la cabeza y audífonos con Rock pesado a todo volumen.

—Papá, creo que deberías bajarle a la música— dijo Blake mirando con lástima a Randall—. Le podrías romper los tímpanos— y miró a Rick, quién le devolvió la mirada.

—¿Tú crees?— le preguntó a su hija, a lo que la ojiazul asintió.

—No lo haremos— sentenció Shane, llegando.

Rick movió bruscamente al chico y revisó las cuerdas, las cuáles estaban fuertemente sujetas, Randall solo podía quejarse de dolor.

—Están todas bien— y lo volvió a cubrir. Lo último que vio el muchacho fue a Blake moviendo sus labios y pudiendo leer un "Lo siento".