Baloncesto y notitas

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El olor a zumo de naranja y huevos revueltos me hizo abrir los ojos.

Me moví hacia el cuerpo que estaba a mi lado, pero lo encontré vacío.

Gavi no estaba y Eric tampoco había vuelto.

Los momentos de anoche me golpearon a toda velocidad y con fuerza.

Lo recordé todo y mis mejillas empezaron a arder.

Y mi corazón se rompió.

Había engañado a Eric.

No.

No.

No.

Esto no podía volver a pasar.

Me pasé las manos por la cara y me levanté.

Estaba sola en la habitación y mi estómago volvió a gruñir cuando olí de nuevo la comida.

Pensé en no ir a donde estaba la comida, pero la vocecita de Gavi en mi cabeza me hizo caminar hacia ahí.

En una bandeja había un vaso de zumo natural y un platito con algo de huevos revueltos.

No era mucho, podía comérmelo.

Había una nota doblada apoyada en el vaso y fue lo primero que cogí.

Sonreí de inmediato.

"Durmiendo también eres un ángel" 

Solté una risita tonta y guardé la nota.

Terminé comiéndome lo que estaba en la bandeja, con algo de dificultad, pero lo conseguí y me ilusioné al ver que me sentía bien.

No sabía si hoy teníamos que hacer algo, así que me metí a duchar y cuando estaba en el baño, escuché como alguien tocaba la puerta. 

- ¡Val, soy yo! ¿puedo entrar? -la voz de Nadia atravesó por la habitación.

- ¡Estoy en la ducha, pasa! -grité de vuelta.

Escuché como entraba y caminaba por la habitación.

Unos minutos después, salí envuelta en una toalla.

Nadia estaba en la cama, sentada, con el teléfono, que al verme lo soltó de inmediato.

- ¿Qué ha pasado? Eric apareció completamente borracho a las cuatro de la mañana, enfadado y diciendo que no quería dormir contigo. -explicó.

Suspiré al saber que Eric había pasado la noche con ellos y no por algún lugar fuera o solo.

- Ayer discutimos, Gavi le dijo cosas que no tenía que decir y Eric no quiso escucharme, se fue enfadado y yo me quedé aquí llorando. -me senté a su lado y ella puso mi pelo detrás de la oreja.

- Has pasado la noche con Gavi, ¿verdad? -preguntó y mi corazón se aceleró.

- Me vio discutir con Eric en el pasillo, y no quiso dejarme sola. -mentí, o no, porque tampoco era mentira.

- He visto la nota, Val, he visto como te ha llamado, veo como te mira cuando estás alrededor, ¿tú estás segura de que todo esto va a salir bien? -preguntó.

- No sé nada, Nadia, no sé nada, Eric últimamente está raro, casi no me presta atención y Gavi me presta tanta que no puedo alejarme de él aunque le odie por ser un imbécil, se ha dado cuenta de cosas que nadie más se había dado cuenta durante años, él me ve como soy de verdad, pero.. -hablé a punto de llorar de nuevo.

- Pero quieres a Eric. -dijo.

Asentí.

- Quiero a Eric más que a mi vida, pero Gavi.. me está calando hondo y no sé como llevarlo todo, no quiero hacer daño a nadie. -aseguré.

Silencio +18 - GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora