Ella desea libertad, el es libre.
Ella es Kook, el es pogue.
Haría lo que fuera por estar con los Pogues, viviendo la vida repleta de amor y libertad, aún con sus mejores amigas las olas y su hermana de corazón Sarah Cameron.
Novela del personaje...
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"Parece que estás mucho mejor, cómo para apuñalarme en el cuello"
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—¡Olive Sherman!— Anunció Rafe a los médicos que corrían junto a él al lado de la camilla donde la joven inconsciente reposaba.
—¿Parentesco?— Rafe se quedó en silencio.
—Amigo cercano— Respondió seguro, la médica asintió y al pasar por la puerta hacia cirugía dos enfermeras lo pararon, ya que era zona privada.
Con muchos nervios se quedó sentado en la sala de espera, pensando en las millones posibilidades, que hacer y qué decir dependiendo lo que suceda, cómo reaccionaría él y todos las personas de alrededor de Olive. Así se pasó las tres horas que ella permaneció en cirugía, donde los doctores intentaban salvarle la vida.
La pasaron a una habitación y le permitieron quedarse a su lado, solo porque rogó demasiado para poder quedarse. Rafe se quedó toda la noche despierto, algunas veces llorando por la preocupación que tenía por la chica que amaba.
Tres días después...
—Déjenme llevarla a casa, no le gustan los hospitales— Habló con ambos médicos encargados de ella.
—Disculpe, entiendo su inquietud pero la joven no ha despertado todavía. Una vez ella recuperé el reconocimiento podremos considerarlo—El joven bufó pero asintió entendiendo la postura de estos.
—Muchas gracias— Agradeció. Cuando se iba a girar lo volvieron a llamar.
—¿Tiene algún familiar cercano con el que nos podamos comunicar? Ya pasaron varios días y ningún adulto responsable de la menor vino— Interrogó la médica con una voz suave.
—Es complicado, quiero esperar a que despierte y ella decida qué hacer. Por lo pronto, seré el responsable— Ella con una sonrisa cálida asintió y Rafe se adentro a la habitación.
Dentro de esta hacía mucho frío, gracias al aire acondicionado. Ella estaba cubierta por sábanas blancas, con la cara llena de raspones y moretones. Parecía que dormía plácidamente, eso tranquilizaba al chico Cameron, quien llevaba a su lado sin descanso. Que a la par, su padre también estaba hospitalizado pero a él le permitieron quedarse en la casa.
—Hable con los médicos, todavía no me dejan llevarte a casa— Tomo su mano fría y la calentó la suya— No deberían ponerte el aire tan bajo, pediré que lo bajen— Se quejó todavía mirándola triste— Y aún así en este estado, estás hermosa— Quitó el cabello caído en su rostro.
—Lo sé, siempre estoy linda— Murmuró con dificultad. Rafe se paró al instante con una sonrisa de oreja a oreja.
—Justo en ese momento tienes que despertar, que oportuna eres— Y ella lo miró con los ojos cansados con una leve sonrisa.— Voy a avisar, ojalá podamos irnos de aquí rápido— Asintió y rápido el salió hacia fuera llamando a los médicos.
