14: Igualdad de condiciones

4.3K 235 184
                                    

Bruna.

—¡Bruna! —Silvia volvió a gritar aporreando a la puerta del baño—, ¿no te das cuenta de que nos están esperando en el autobús todos y nosotras somos las últimas?

—¡Ya voy, espera! ¡Solo me falta lavarme los dientes!

—¿Todavía? —Silvia suspiró exageradamente—, sabes que todo este estrés no es bueno para el embarazo ¿no?

—Ahora mismo salgo y le doy un besito a tu barriga, tranquila —dije y escuché una risa por parte suya.

Me lave mis dientes a toda velocidad mientras acababa de peinarme mi pelo negro que acababa de plancharme perfectamente. Salí del baño y vi a Silvia mirándome con cansancio.

—Ya estoy, vamonos exagerada.

—Los chicos juegan en una hora ¡una hora! No nos va a dar tiempo a nada.

—Joder ni que tuvieran que recorrerse toda la ciudad caminando o algo antes del partido, lo único que tienen que hacer es vestirse —salimos de mi habitación del hotel de las vegas para bajar por el ascensor y salir fuera.

—Pasa tu primero que tu padre seguro que te espera contentito —dijo Silvia mientras nos acercábamos al autobús del barça.

—Que va, conmigo esta preocupado ahora, después de lo que pasó ayer...

—Ah, ¿ya se lo has contado?

—Si, está mañana.

—¿Y qué te ha dicho?

—Me ha abrazado, hemos estado un rato hablando y le he contado que Balde y Gavi estaban ahí y me defendieron del señor ese.

—¿Qué le pasaba a ese señor en la cabeza? Es increíble que pueda haber gente así.

—Lo sé, Silvia —sonreí tristemente y subí las escaleras del bus para entrar.

—Joder, ya era hora —escuché como decía Ansu cuando nos vio entrar.

—Cállate anda —dije rodando los ojos y sentándome en un asiento, Silvia se sentó a mi lado y no nos dio tiempo ni a ponernos el cinturón cuando el conductor empezó a manejar el autobús.

—Bruna, tienes pensado hacer un par de fotos hoy ¿no? —Silvia me habló de nuevo mientras revisaba algo en su móvil.

—Claro que si, si yo quiero ver el mundo arder contra el madrid —sonreí.

—Serás cabrona... —Silvia soltó una carcajada.

—Por eso me encantan los clásicos, son mis partidos favoritos.

—Uy pues seguramente Gavi sea el primero en meterse.

—¿Si? —alcé las cejas.

—Ni te imaginas como se puso en el último clásico con Vinicius. Los tuvo que separar Araújo.

Me empecé a reír logrando que algunas miradas se posasen en nosotras pero me dio igual.

Al llegar al estadio bajamos del autobús con normalidad hasta entrar en el estadio en el que iban a jugar. Era de noche y había muchísima gente, a ver era normal pero casi todos llevaban camisetas blancas en vez de rojas y azules. Que yo no estaba para hablar porque no me había puesto ninguna camiseta de fútbol. Llevaba unos vaqueros azules y una camiseta de manga corta monísima.

Los jugadores se fueron pitando hacia los vestuarios porque iban muy justos de tiempo. En cambio, los técnicos, fisios, Silvia y yo fuimos directos al banquillo.

Los jugadores salieron a calentar media hora después y yo empecé a hacer fotos y vídeos. En lo que llevábamos de viaje estaba haciendo un buen trabajo según mi padre. El día anterior habíamos tenido una pequeña discusión antes de irnos al evento sobre un tema de las fotos. Pero nada importante, mi padre y yo solíamos discutir a menudo, bueno, más bien, chocábamos. Porque quieras o no, nuestros caracteres son muy parecidos y al convivir tiempo juntos es inevitable no tener desacuerdos.

Paparazzi | Alejandro Balde • Pablo Gavi Où les histoires vivent. Découvrez maintenant