2.

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Enid subía las escaleras camino a su dormitorio, el día le había golpeado con tanta fuerza que agotó sus energías y solo deseaba descansar un poco. Para su fortuna, era viernes, por lo que solo le restaba cubrir sus clubes en la tarde y tendría todo el fin de semana libre.

Sin embargo, se detuvo frente a la puerta cuando una canción se escuchaba dentro, pensó rápidamente que alguien había entrado a la habitación y usaba la música para ocultar una verdadera escena del crimen.

Normal en Nunca Más.

Tomó aire alistando sus uñas largas en caso de que debiera atacar y salvar su vida.

—¡Alto- —Enid se detuvo cuando abrió la puerta. Guardó sus uñas y suspiró aliviada de que no fuera una escena del crimen—. Woah... ¿Qué haces aquí? —preguntó entrando al dormitorio y cerrando la puerta tras ella. No esperaba encontrarse a Wednesday, pensó miles de escenarios antes que eso—. Pensé que estarías hasta más tarde, ¿se cancelaron clases?

—Ah sí, la profesora tuvo un accidente con un reactivo mientras teníamos práctica, la llevaron al hospital y nos cancelaron clases —Wednesday respondió sin despegar la vista de su cuaderno.

—Eso suena a algo que harías, ¿tuviste algo que ver? —preguntó arqueando su ceja, no ponía en duda las habilidades de asesino en serie de Wednesday.

—De ser yo la culpable, hubiera acabado el trabajo y el sufrimiento sería doble, qué decepción para mi historial sería no terminar lo que empecé —Wednesday respondió—. Creo que los responsables fueron tus amigos lobos pulgosos del otro dormitorio.

—Por un momento creí que habías sido tú —Enid ignoró el último comentario y molestó a Wednesday mientras caminaba a su cama—. No me sorprendería por tus grandes dotes de asesino.

—Vaya, me halagas con eso —Wednesday habló orgullosa, girando para ver a su compañera.

Internamente, Enid explotaba de emoción notando que Wednesday usaba la chaqueta que le había regalado hace dos semanas.

—Sí, cada día descubro formas extrañas para halagarte —la rubia murmuró aventando su portafolio a la cama y tomando asiento en su escritorio.

—¿Trabajarás? —Wednesday preguntó—, bajaré el volumen si estarás estudiando o algo.

—No, no... Está bien así —Enid dijo rápidamente. Se impresionaba de la actitud de Wednesday, habían pasado un tiempo juntas y fue suficiente para sobrellevarse; y ahora que inició el semestre, Wednesday ha tomado en cuenta si lo que hace le causa molestia a Enid o no.

Es como si le hubieran cambiado un chip a su amiga.

—Me estoy acostumbrando a tu música, misteriosamente es relajante —Enid murmuró estirando sus brazos—, aunque no entiendo mucho del español.

—Al menos admites que esto es bueno y estás dejando de lado la música pop —Wednesday miró a Enid quien bostezaba con pesadez—. Enid ¿Cómo te va con el estrés postraumático?

Enid se congeló cuando escucho la pregunta de Wednesday.

—No sé de que hablas.

—Claro que lo sabes, ésta madrugada te despertaste al menos tres veces... Eso dijo Dedos —Wednesday encaró a Enid levantándose de su silla— ¿Aún sueñas con el hyde?

—Para nada, sería débil si soñara en eso ¿No? Tu lo dijiste. Cuando hablábamos de Xavier.

—Lo acabas de decir, hablábamos de Xavier. Él es débil, en cambio tú-

—Wednesday, no hables ¿Quieres?, estoy bien. Seguramente Dedos se equivocó —Enid se levantó y miró a su compañera de frente—. Dejemos de hablar de ello.

Somebody Else |Wenclair|Where stories live. Discover now