La Casa Del Bambú

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Así era cada día desde hace diez años en aquella ciudad llamada Naniwa (Osaka en la actualidad) la cual se encontraba en el centro de la zona Honsu, una provincia inundada por las guerras entre clanes en aquel tiempo.
El siglo Dieciséis era un periodo caótico en donde ciudades contra ciudades se enfrentaban desde ya hace muchos años. La guerra no era lo peor sino la hambruna que se desataba como consecuencia de esta.
Un pueblo como Naniwa no tenía problemas con ello pues aún no escaseaba su abundancia ni en los campos ni en el mar.
Cada familia privilegiada tenía un campo a su disposición en donde cultivaban lo que les era adquirido desde generaciones pasadas.
La familia Takeuchi el cual era el apellido perteneciente a los muchachos contaban con ese privilegio de poseer un campo de arroz propio pero no con la admiración ni el respeto de parte del pueblo pues el respeto había sido arrebatado hace mucho tiempo.

Todo había dado inicio hace cientos de años dónde se daba origen al clan Tsukino en la misma localidad de Naniwa, el clan había sido fundado por un antepasado Takeuchi, un guerrero viril sin compasión, defendía sus tierras de los clanes enemigos declarándoles la guerra y siendo el precursor de miles de muertes a principios del periodo Sengoku. No tardó mucho para que la provincia entera e incluso la mitad del país se enterara de sus acciones por lo que pueblos enteros llegaron a temerle como nunca convirtiendo al Clan Tsukino en una leyenda tocada en flautas para asustar a los viajeros y niños. Pasaron los años y los descendientes de tan infame hombre siguieron sus pasos siendo uno de sus últimos Miyazaki Takeuchi, fue otro de los Dāimyos que sembró absoluto terror en toda la región Honsu y fuera de esta, para los otros ejércitos era un enemigo fiero al cual debían de temer pero para sus aliados era un ejemplo majestuoso a seguir, las regiones que aquel Dāimyo solía defender lo respetaban con el mayor de los honores pero las otras regiones a las que les declaraba la guerra y por lo tanto destruía solían odiarlo como nunca habían odiado a un hombre en la tierra, Miyazaki al igual que sus ancestros provocó la destrucción de cientos de pueblos sembrando caos en sus historias, pero solo era el comienzo.

Existió un tiempo en paz a la mitad de lo que había durado su vida, en ese tiempo desposó a una mujer misteriosa pero hermosa como la luna y los cerezos que decoraban las primaveras, Su nombre era Megumi, una mujer de la que no se sabía nada pero aquello no impedía que fuera admirada por muchos.
Ella era perfecta, tenía elegancia, tenía cultura y sobretodo carisma, Mucha gente la quería pues ella optaba por ayudarlos de muchas maneras aprovechando la autoridad a su posición, muchos decían que el Dāimyo había escogido a una mujer demasiado humana porque como decían algunos cantos él destruía y ella creaba, como se decía que creaba vida no tardó mucho cuando corrió la noticia de que esperaba un hijo.
Fue una noticia que emocionó a muchos y aterró a otros, ¿A quién se parecería el heredero una vez que naciera? ¿A la mujer que generaba esperanza o al hombre que la destruía?. Fueron meses de incertidumbre hasta que se dió a conocer su nacimiento.

Había sido un niño que había nacido como sus antepasados, bajo el resplandor la luna. El Dāimyo parecía haber estado conforme con el nacimiento de su primogénito pues sería principal heredero de su armadura y su clan. Por la tonalidad de su piel al nacer y el otro significado que conservaba, aquel nombre decidió llamarlo Shiro, un nombre simple pero lleno de variantes de significados, Megumi estaba más que feliz pues era normal tratándose de su primer hijo por lo que se propuso enseñarle todo lo relacionado a la bondad y darle significado a su nombre como lo blanco de la pureza.
Pasaron dos años y el niño se la pasaba aprendiendo más al lado de su madre respecto a los valores pues era con ella con quién pasaba la mayor parte del tiempo pero por otro lado su padre era el que le enseñaría a ser uno de los otros señores de la guerra, pero era muy pequeño en aquel tiempo por lo que solo esperaría un poco más para empezar a enseñarle cómo debía pelear sus batallas.
En el transcurso en el cual el primogénito tenía dos años Megumi había anunciado su segundo embarazo, meses después de aquel caótico anuncio nació una niña quien sería la segunda heredera de aquella prestigiosa familia y línea ancestral, Por alguna extraña razón Miyazaki decidió optar por un nombre que reafirmaría la sabiduría de su hija pues sentía que en el futuro desempeñaría el don de la sabiduría y el razonamiento como su principal virtud así que pidió a sus sabios un nombre adecuado y tras combinar dos Kanjis pudieron darle el nombre de Soshin que significa Corazón de ancestro teniendo la esperanza de que heredaría la sabiduría de sus ancestros y la voluntad de los corazones de estos.

El Clan De Los Mártires Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon