Mundos Opuestos | Bakugo y Tú | ✔️

Extra.

El rubio ceniza se encontraba preparando su comida mientras esperaba a que su esposa, o sea tú, regresaras de tu mundo. Bakugo miró su celular para ver si tenía algún nuevo mensaje tuyo, pero no había nada.

Se estaba desesperando, agarró la tasa de café para darle un sorbo pero al sentir el sabor en su boca hizo una mueca de desagrado, miró a dónde tenía los frascos de especies y se dio cuenta que le había puesto orégano a su café ya que la azúcar no estaba ahí.

Bakugo: mierda.

Hanabi: ¿qué te paso papá?

El hombre volteó a ver a su hija quién estaba entrando a la cocina junto a su hermano mayor.

Bakugo: nada.

Kasui: ¿le pusiste orégano al café?

El hombre dejo caer la tasa de café por el lava manos y sus hijos se rieron por lo bajo.

Hanabi: no crees que no nos damos cuenta que haz hecho lo mismo durante tres días, ¿te preocupa algo?

Bakugo: es su madre.

Kasui: ¿por qué? Solo esta con los abuelos, ¿no?

Bakugo: sí pero... Su mundo no me gusta para nada.

Hanabi: ¿ya fuiste allá?

Bakugo: sí.

Kasui: queremos ir.

Bakugo: no.

Kasui: vamos papá, extrañas a mamá y nosotros queremos ver a nuestros abuelos.

El rubio ceniza se quedó callado al recordar que ellos solo conocían a tus padres por fotografías y nada más, sin embargo se negó hacerlo ya que no quería parecer un completo necesitado.

Bakugo: me voy.

Y dicho eso se fue de la cocina dejando a sus dos hijos adentro.

Kasui: ¿cómo vas con eso?

Hanabi: puedo hacerlo.

Kasui: bien, esa es mi hermana.

Le desordeno el cabello y ambos sonrieron.

•••

A la noche, Bakugo estaba dando vueltas en la cama mirando su celular esperando por un mensaje tuyo pero no le caía nada.

Bakugo: maldita sea, escríbeme o algo.

Apago el celular y se lo colocó en el pecho, una notificación le llegó y rápidamente miró la pantalla.

Pelo puntiagudo: ¿sale jugar unas fifas con los demás?

Su sonrisa desapareció y apago el celular nuevamente, se dispuso a dormir ya que era obvio que no ibas a mandarle nada. Jaló su sábana y se acomodó en el lado en que él dormía. Pero algunos ruidos extraños no lo dejaban.

Bakugo: ¡ES MEJOR QUE NO ESTÉS USANDO TU QUIRK A ESTA HORA KASUI O TE EXPLOTARE LA CAMA!

Amenazó a su hijo pero los ruidos no paraban. Molesto salió al pasillo y vio que los ruidos provenían del fondo, en la habitación de su hija.

Bakugo: ¡HANABI YA DUÉR...

Vio unos pequeños destellos color naranja salir por debajo de la puerta de la chica y rápidamente salió corriendo a ver que pasaba, abrió la puerta de golpe y vio como su hija tenía los ojos y manos de un color violenta.