✨Capítulo 12✨

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La semana termino sin problema alguno, la monotonía del fin de semana era abrumadora, mi cerebro no procesaba la información del libro que tenía en mis manos mientras estaba recostada en mi cama, no recordaba lo que leía  y mi flojera impedía que me levantara para hacer el trabajo que no termine el viernes.
Cerré el libro y lo deje junto a mi cabeza, el sonido del teléfono del trabajo hizo que me levantara, caminé hasta mi estante de libros y lo tomé, al ver la notificación de este bufé, las juntas que tenía programada del lunes se habían pospuesto hasta nuevo aviso así que ahora tenía más trabajo.

No fue hasta que el reloj marco las 12 de la tarde que, el hambre le ganó a la flojera y me levanté, arrastré los pies hasta la cocina, me quedé unos minutos viéndola alacena hasta que me rendí, finalmente tomé el pan para hacer un sándwich no era mucho pero me calmaría el hambre.

Cuando termine de prepararlo y comerlo tomé una chaqueta y unos tenis, mi mente recordó que hace unos días el guardia me notificó que tenía correspondencia, así que salí del apartamento y me encaminé escaleras abajo.
La calle estaba llena de decoraciones de Halloween estábamos a mediados de octubre, lo cual hacia que la ciudad se pintara de un color naranja hermoso, la mejor época del año, ignorando los vientos que eran constantes los cuales desordenaban cualquier peinado me encantaba está época.
Los buzones estaban en un apartado de mi complejo, justamente en la entrada de este de un color verde y con números dorados se identificaba en número de apartamento, busqué el mío y con ayuda de la llave lo abrí, viendo que solamente tenía un par de cartas que, seamos honestos quién utilizaba ya este  medio de comunicación. Tomé ambas cartas y lo cerré, me dirigí de vuelta a mi hogar no sin antes despedirme del guardia.

Una vez dentro de mi departamento camine hasta la mesa de la cocina y con ayuda de unas tijeras abrí las cartas dándome cuenta que en la primera eran los pagos correspondientes del mes de septiembre y la segunda era una invitación a una fiesta en Florida.
Suspiré  y antes de tomar una decisión mi teléfono sonó, tome el  que estaba en el bolsillo de mi chaqueta pero  al ver la pantalla está estaba apagado, camine rápidamente hacia mi dormitorio y vi que el celular del trabajo era el que estaba sonando.

Era una llamada de un número telefónico privado

-¿Hola?

-Es realmente difícil tratar de contactar al presidente de la empresa más grande de marketing y nieto del mejor arquitecto que existe -

-¿Y usted es?- pregunté mientras me sentaba en la cama con la computadora en mis piernas, lista para googlear cualquier nombre

-Oh cierto perdone, mi nombre es Agustus Sharp-

Mi laptop calló al suelo cuando me levanté se golpe, no necesitaba googlear el nombre, tan solo con el apellido era más que suficiente, por ser originaria de Florida claro que conocía el apellido

-¿S-sharp? - me golpeé mentalmente cuando mi voz tembló - ¿Es una broma?

-Oh enserio espero que no, mandé un correo hace poco solicitando un servicio de marketing, tal vez se perdió porque lo mandé desde mi correo personal y no desde la página oficial, debe estar en spam o correos no deseados - una risa leve se escuchó del otro lado de la línea

-U-un segundo- maldije a mis adentro y levanté el portátil para abrir el buzón directo de la empresa, y efectivamente, en correos no deseados estaba algunos (cuatro) correos sin leer de la persona detrás del teléfono, pidiendo amablemente dos cotizaciones para la propaganda de sus hoteles en Florida

-Necesito hablar con el señor Graft de todo el papeleo pero, sin duda puedo conseguir una conferencia para el día de mañana no importa que sea domingo, claro si usted está disponible- comenté rápidamente para terminar sonriendo como si él pudiera verme

El Mandon De Mi Jefe (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora