Fisio | Enzo Fernández

39 - No quiero que se termine

Desperté con la tenue luz del sol que entraba por la ventana a través de las cortinas. Estire mi cuerpo despertando cada uno de mis músculos. Voltee mi cuerpo para encontrarme con Enzo, dormido boca arriba, con uno de sus brazos por debajo de la almohada y el otro sobre su pecho.

Me acerque con mucho cuidado y me tomé mi tiempo para observarlo. Tan tranquilo, dormido, relajado. Hoy era el gran día, hoy era la final, hoy se acababa todo, todo terminaba hou y eso me tenía un poco mal. Empecé a acariciar su mejilla con la yema de mis dedos apenas rozando su piel, baje por su cuello, sus hombros hasta su brazo que estaba sobre su pecho. Quería grabar en mi cerebro cada parte de su cuerpo, cada milímetro de su piel quería que mis dedos recordaran lo suave que de siente.
Subí por su pecho, siguiendo las líneas del tatuaje que tenía en su pectoral y en su cuello, volví a bajar por su abdomen remarcando cada cuadrito que tenía perfectamente marcado. No pude evitar morderme el labio y sonreír como una boba. Podía pasar horas así, simplemente admirándolo. Me acerqué a él y y dejé un beso en su mejilla y en su clavícula, cruce mi brazo sobre su pecho hasta su hombro izquierdo abrazándolo.

- Se me va a borrar el tatuaje su seguís acariciándome así muñeca -susurro medio dormido con los ojos cerrados y una sonrisa en la cara-

-me reí y escondí mi cara en su almohada-. Perdón -me mordí el labio sonrojada-. Es que estás demasiado bueno -lo miré-. Y no me puedo controlar, no puedo dejar de admirar ese cuerpazo que tenés pendejo -me reí-

- Me encanta que hagas eso, por mi seguí todo lo que quieras -susurro sonriendo e inclinando su cabeza hacia mi lado, su brazo derecho, que estaba abajo de la almohada, bajo para descansar sobre mi espalda para abrazarme. Su mano izquierda acaricio mi brazo que cruzaba por su pecho-. Qué pasa?

-lo mire y me mordí el labio-. Es que, estaba pensando que hoy es la final -lo mire a los ojos acariciando su mejilla-. Y, se va a terminar todo -suspire-. Hoy se termina todo, y no quiero -hice puchero-.

- Yo tampoco quiero... -él se mordió el labio y me abrazó acercandome a él y pasó su pierna sobre la mía para acercarnos más, los dos estábamos compartiendo su almohada-. Escuchame hermosa -pego su frente a la mia mientras acariciaba con la yema de sus dedos mi espalda-. No se va a terminar -susurro suavemente-. Lo que vos y yo tenemos no se va a terminar cuando el mundial termine -agarro mis brazos y rodeo su cuello con ellos, me puse a acariciar su cabello-. Escuchaste?

-me mordí el labio algo nerviosa, nuestras frentes seguían unidas, nuestros labios muy cerca-. Más te vale que no -lo mire a los ojos-. Porque me gusta mucho -sonrei y le di un besito jugando con su pelo-

-sonrio y beso me mejilla-. A mi también me gusta gordita -susurro en mi oído suavemente y empezó a dejarme besitos cortos y ruidosos por el cuello y los hombros provocando que me ría-

Nos quedamos un rato así abrazados, en silencio. Simplemente disfrutando del perfume del otro.

- Estás nervioso por la final? -pregunté alejándome un poco para verlo mejor, volviendo a acostarme sobre mi almohada-

- No, nervioso creo que no -sonrio y acomodó su cuerpo, puso su brazo izquierdo debajo de su nuca, y su pierna derecha la flexionó formando un 4 con ambas piernas. Su brazo derecho se extendió hacia mi lado-. Estoy emocionado, feliz -sonrio mirando el techo-. Muy feliz -volvio a bajar la vista para verme-

-me acerque y me recosté en su pecho, siendo abrazada por su brazo derecho. Puse mi pierna derecha sobre la suya que estaba flexionada-. Tengo mucha fe Enzo -me mordí el labio y levanté la vista para verlo y acariciar su mejilla-. Y mucha ansiedad -me reí-

-se rió y bajo la vista para verme también-. Yo me siento confiado así que vos también tenés que sentirte así, tranquila -me robó un beso-. Te prometo que vamos a salir campeones del mundo -susurro mirándome a los ojos-