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La noche de su vigésimo cumpleaños
Arrastró a Xie Qingcheng, sin decir una palabra, hacia el estacionamos abierto en la parte trasera del teatro.
He Yu estaba en un estado medio loco y medio despierto, su conciencia no era tan clara, pero sus sentimientos seguían ahí.
Tal vez subconscientemente quería asegurarse de que Xie Qingcheng era real.
Tal vez todavía sentía que era una fantasía y que no había nada malo en complacerla.
Arrastró a Xie Qingcheng hasta el estacionamiento de forma tan hosca, pero Xie Qingcheng reaccionó a medias e intentó liberarse, pero su cuerpo se estaba debilitando y había estado bebiendo, y su brazo izquierdo no había podido tomar aire desde el caso de la Aldea Yi.
Aunque podía enredarse con He Yu durante un tiempo, ya no era rival para él.
La puerta del auto se abrió y He Yu se levantó y empujó al hombre a la fila de atrás.
-¡He Yu, tú...!
He Yu permaneció en silencio y subió al auto, pero no cerró la puerta tras de sí.
Antes de que Xie Qingcheng pudiera levantarse, se adhirió y presionó hacia abajo, con su brazo apoyado en el lado de la cara ligeramente pálida del hombre.
Miró a Xie Qingcheng aturdido y, al cabo de un rato, derramó en silencio un hilo de lágrimas.
Levantó la mano y acarició poco a poco el rostro de Xie Qingcheng.
Desde las cejas, pasando por el puente de la nariz, hasta los labios, y luego las líneas afiladas de la mandíbula...
En teoría, Xie Qingcheng debería haber roto con él.
Pero bajo la luz ambiental del coche, Xie Qingcheng pudo ver la mirada de He Yu en ese momento.
Eran unos ojos demasiado tristes.
La mano de He Yu que tocaba las cejas y los rasgos de Xie Qingcheng temblaba suavemente, como si una persona que hubiera perdido su luz y estuviera en una oscuridad perpetua intentara confirmar si todavía había alguien a su alrededor.
También era como si quisiera saber por este toque si la persona a su lado era una ilusión o el verdadero Xie Qingcheng.
Xie Qingcheng no sabía si era porque había bebido demasiado que su corazón temblaba violentamente bajo esa mirada.
Había sospechado que la profunda dependencia que veía en los ojos de He Yu, como si fuera a morir si se iba, era falsa, una ilusión de interés propio.
Pero entonces supo que todo era cierto.
Estaba tan enamorado de él, tan irremediablemente enamorado... de él, pero no podía estar con él, de ninguna manera, no podían estar juntos.
Incluso había tenido la intención de dejar claro este punto a He Yu después de haber terminado de ver a Longsheng hoy.
Pero ahora no podía decir nada más.
Las lágrimas de He Yu cayeron sobre los párpados de Xie Qingcheng, resbalando por la curva de sus mejillas, antes de que el dueño de las lágrimas las limpiara con sus propias manos.
-Xie Qingcheng...
El único rayo de esperanza en los ojos de este joven, que estaba sumido en la desesperación, era el reflejo de Xie Qingcheng en sus ojos en este momento.
Si Xie Qingcheng lo aleja.
Su luz se va a apagar por completo.
-Xie Qingcheng...
He Yu lo miró a los ojos y buscó tocar su mano.
