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Nota: La verdad es que tenía bastante abandonada esta historia y por lo que he releído, venía bastante fría. Este Mo Xuan Yu es Wei Wuxian renacido, es un ser de luz dispuesto a arrasar con todo a su paso y es divertido, probablemente en un futuro se embriague y arrastre a todos sus muchos amigos con él mientras va reencontrándose con las personas que amó en su primera vida.

Es una actualización breve, el principio de su relación con Jin Ling antes que aparezcan los otros juniors


Dieciséis años. Eso era toda una vida. Mo Xuan Yu no podía entenderlo, ¿a quién le guardaba tanto luto la señora Jin si su esposo y su hijo estaban ahí? Quizá no fuera tal el misterio pero Jin Ling nunca se había atrevido a indagar más. Los jóvenes de sectas importantes siempre son los más correctos, ellos no corren aventuras inventadas al paso, siguen órdenes, son suprimidos desde pequeños. No hables más alto que tu maestro, no cuestiones ni hagas bromas sobre esto, no hagas correr ese rumor, no preguntes a quién guarda luto la señora ¿Y qué hay de malo con esa supresión? A-Yu cree poder tolerarla, aún con su alma llena de luz y su anhelo de libertad.

Madame Jin está de luto y Jin Ling casi no tiene permiso de ir a verla ni ella a él. Quizá Mo Xuan Yu crea que esta injusticia se deba a un hecho del pasado, una de esas cosas de las que nadie quiere hablar. Pero ¿por qué el joven A-Ling, su sobrino (oh, que bien suena eso ¡es lo que es!), tiene que pagar por eso? ¿no es ya inmensamente injusto crecer sin su madre prodigandole afectos? Él no podría haber vivido con los dedos agarrotados enfrentándose a sus bullys de la forma en que lo hacía si no hubiera sido por su madre. Su vida no había sido rosas, nodrizas suaves y costosos juguetes de niño rico como la de A-Ling pero se sentía igual de agradecido. Así que llevó a su sobrino fuera de los edificios de entrenamiento y persiguieron a Jin ZiXuan por los recovecos cuidando que él no pudiera verlos. ¿Y cómo podría? Mo Xuan Yu tuvo que reprimir una carcajada cuando lo vio resbalar un escalón y rodar abajo hasta que sus asistentes lo frenaron.

El panzon ZiXuan, el pavo sin plumas, casi calvo y rengo por una herida de guerra. Quien te viera, pelón, el orgullo de tu generación. Mi shijie debe estar arrepentida de no haber elegido a A-Yang...

Miró a A-Ling que miraba para otro lado, avergonzado del incidente y pensó qué podría hacer para animarlo. Salió después  corriendo delante suyo y lo instó:

—¡Vamos a buscar al hermano mayor!

—¿Mi tío A-Yao?

—¡Tu tío, sí, debe estar tocando el guqin, siendo genial como siempre!

..........

Tocando el guqin, sí, de madrugada, no en sus aposentos ni en la torre Koi. Muy por fuera de los territorios de Lanling, en la soledad del desierto, adonde los jóvenes discípulos del clan tienen prohibido caminar. Pero ¿por qué tocaría ese instrumento aquí? ¿estaría invocando un espíritu errante? Quizá fuera a enfrentarse a uno ahora, un demonio de desierto que levanta ráfagas de arena, consumiendo todo a su paso. Quizá haya tragado viajantes confiados y acabado con la fauna del lugar.

—Pero no hay desiertos en esta región de China...

—¿Qué estás viendo, A-Ling? Esto es un desierto y ese es el hermano mayor tocando el guqin apasionadamente como si la vida se le fuera en ello. Te dije que donde quiera que esté, está siendo genial como siempre.

Jin Ling tuvo que convenir con él que en efecto, así era y permanecieron en muda contemplación admirando la grácil técnica de Jin Guang Yao iluminando el desierto frío con un haz de luz musical.

Quizá cuando regresaran luego de andar perdiendo el tiempo persiguiendo como acosadores al maestro Jin, les esperara un castigo ejemplar. Ahora podían estar satisfechos, Jin Ling sobre todo. Era la primera vez que rompía el toque de queda por una razón ajena al paradero de Hada y con un amigo.

Un amigo.

El patriarca YilingWhere stories live. Discover now