II

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Si alguna vez perdiera tu amistad, ese sería mi fin. No me dejes hablando solo ¿si somos amigos, verdad? Aaaa, eres tan desesperante.

Mo Xuan Yu despertó sintiendose ligero, el pecho floreciendo radiante. Era feliz después de mucho tiempo, Guang Yao lo había llevado al fin a Lanling después de quebrar todos los huesos del brazo de Mo Zi Yuan y enterrado a sus amigos hasta el cuello. El viaje no había sido tan largo pero habían parado a comer y descansar dos veces. Las personas rodeaban con curiosidad y admiración al grupo, todas sus túnicas doradas resplandecían aún más bajo los rayos del sol, excepto la de Mo Xuan Yu que era clara con algunos tonos oscuros y grises y manchas aquí y allá.

Bueno, él nunca había tenido quien lavara su ropa o sus cacharros y no sería el discípulo más prolijo del clan Jin pero haría su mejor intento. En cuanto pusiera sus manos sobre su propia y bonita túnica, no dejaría que el suelo la tocara y ensuciara con polvo su brillante modelo.

En ningún momento permitió que los otros lo sacaran de lado de Jin Guang Yao y trató por todos medios de hacerse ver y complacerlo en lo que pudiera, aunque podía verse realmente desesperado en el intento.

— Hermano mayor, ¿quieres que traiga agua?

—Hermano mayor, ¿quieres que traiga tu sombrilla?

— Hermano mayor, ¿quieres que calle a esos por tí?

Imitó sus pasos elegantes, la manera en que alisaba su ropa y ajustaba el cinto y hablaba con pausa y daba indicaciones. Durante las cuarenta y siete horas de recorrido en ningún momento se calmó, haciendo que Jin Guang Yao inclinara su cabeza permitiendole todo. Los demás parecieron molestarse pero no se atrevieron a hacer mucho, conociendo el temperamento virulento de Guang Yao. Éste podía llegar a molestarse tanto si maltrataban al último bastardo de Jin Guangshan que podía mandar clavar sus cabezas en picas muy alto para disfrute de todos, aún con vida.

......

Cuando llegaron, no fue decepcionante no hallar a su padre o a su hermano Jin ZiXuan como formal recibimiento. Los otros discípulos corrieron a Mo Xuan Yu hasta los baños y le enseñaron donde estaba todo. Ellos eran más altos, más grandes y fuertes pero aún así no molestaron al pequeño. Lo único que Xuan Yu quería era acabar de asearse, vestirse apropiadamente y correr cerca de Guang Yao otra vez, hacerle todas las preguntas del mundo, hablar de su padre, de su educación, el entrenamiento, la historia de su familia y todo lo demás. Por eso echó a correr y se metió a donde quiso sin pedir permiso ni una vez. Los sirvientes no daban abasto, sin derecho a castigarlo, solo podían correrlo de un cuarto a otro y desesperarse porque Mo Xuan Yu no hacía otra cosa que preguntar y mover todo de su lugar.

Los otros discípulos aparecieron, alarmados, y volvieron a arrastrarlo a la habitación en común.

— Eres como una patada en el culo de Guang Yao, ya cálmate.

Pero Mo Xuan Yu no quería calmarse. No podía dormir, no quería, estaba ansioso por iniciarse en la práctica de armas ¿A cargo de quién estaría? ¿Sería Jin Guang Yao el que lo instruyera personalmente? ¿Jin ZiXuan, acaso, o Jin Zixun? O quizá, oh cielos, quizá tuviera la oportunidad de ver a Jin Guangshan. Xuan Yu daba pequeñas patadas debajo de las cobijas y se reía internamente.

Su cama era un poco más cómoda que la de su habitación en la casa Mo pero ni siquiera entonces tuvo tiempo de pensar en su madre. Las luces habían sido apagadas ya un cuarto de hora cuando una voz chillona hizo que todos pegaran un salto de las sábanas.

— ¡Hada! ¡Hada!

— No puede ser — uno de sus compañeros susurró, molesto —otra vez ese baboso de Jin Ling perdió a su perro de mierda.

— ¡Queremos dormir! — gritaron.

— ¡Cállense, estoy buscando a Hada! ¡Hadaaa!

Mo Xuan Yu saltó de la litera como movido por un resorte y corrió a oscuras hacia la puerta, tropezando con todo a su paso. Jin Ling era el hijo de Jin ZiXuan. Jin Ling era, entonces, su sobrino, de su misma edad. Ah, un compañero de juegos, de aventuras, los ojos de Mo Xuan Yu echaron pequeñas lágrimas, emocionado.

—Aaa, yo puedo ayudarte ¡Yo puedo ayudarte! ¿quién es Hada?

— ¿Quién es Hada? ¿qué pregunta estúpida es esa? ¿quién eres? Nunca te había visto por aquí.

— Soy Mo Xuan Yu, soy Mo Xuan Yu — el joven siguió corriendo, buscando la voz de Jin Ling en la oscuridad —¡Soy Mo Xuan Yu! ¡Jin Ling, tú y yo seremos grandes amigos!

El patriarca YilingWhere stories live. Discover now